jueves, 30 de septiembre de 2010

LOS ÁNGELES CAIDOS


Antes de admitir a los Angeles a la visión plena de Su Gloria (Visión Beatífica), Dios los sometió a una prueba, al igual que el hombre tuvo su prueba.

La naturaleza de la prueba no se conoce con certeza, pero muchos teólogos sostienen que el Padre Eterno reveló a los Angeles la futura Encarnación de Su Divino Hijo, y les hizo saber que al Dios-hecho-Hombre deberían rendir adoración.
Luzbel, uno de los más gloriosos, elevados y bellos Angeles de la Corte Celestial, deslumbrado y ofuscado por el orgullo, habiéndose atribuido a sí mismo los maravillosos dones con que el Creador lo había dotado, se rebeló contra Dios, no aceptó el supremo dominio del Señor y se constituyó así en el "adversario" de su Creador levantando su gran grito de rebelión y de batalla: "No serviré" (Jer. 2, 20). "Seré igual al Altísimo" (Is. 14, 14). Muchos Angeles le siguieron en su orgullo. Se dice que hasta un tercio de ellos (ver Ap. 12, 4) . Pero en ese momento otro gran Arcángel, igual en belleza y gracia que el arrogante Lucifer, se postró ante el Trono de Dios y, en un acto de adoración profunda, opuso al grito de batalla de Lucifer uno de amor y lealtad: "¿Quién como Dios?" ("Miguel").
Y es así como San Miguel Arcángel obtuvo su nombre con su grito de fidelidad, y es así como Luzbel se constituyó él mismo en Lucifer, "Satanás" ("adversario"), el Enemigo, el Diablo. A éste se han aplicado las palabras del Profeta Isaías: "¿Cómo caíste desde el Cielo, estrella brillante, hijo de la Aurora? ¿Cómo tú, el vencedor de las naciones, has sido derribado por tierra? En tu corazón decías: 'Subiré hasta el Cielo, y levantaré mi trono encima de las estrellas de Dios ... subiré a la cumbre de las nubes, seré igual al Altísimo' Mas ¡ay! has caído en las honduras del abismo." (Is.14, 12-15). (Según los exégetas estas palabras son una parábola alusiva directamente al Rey de Babilonia e indirectamente a Satanás, cuyo espíritu y acciones se reflejaban en la conducta del Rey)
La conclusión de esta batalla entre los Angeles Buenos y los ángeles malos se encuentra en el Apocalipsis (12, 7-10): "En ese momento empezó una batalla en el Cielo: Miguel y sus Angeles combatieron contra el Monstruo. El Monstruo se defendía apoyado por sus ángeles, pero no pudieron resistir, y ya no hubo lugar para ellos en el Cielo. Echaron, pues, al enorme Monstruo, a la Serpiente antigua, al Diablo o Satanás, como lo llaman, al seductor del mundo entero, lo echaron a la tierra y a sus ángeles con él".
Dice San Pedro: "Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los encerró en cavernas tenebrosas, arrojándolos al Infierno" (2a. Pe. 2, 4). "No hay arrepentimiento para ellos después de la caída, como no hay arrepentimiento para los seres humanos después de la muerte" (San Juan Damasceno). Y el Catecismo nos dice que no fue por un defecto de la Misericordia Divina que el pecado de los ángeles caídos no fuera perdonado, sino debido al carácter irrevocable de su elección. (cfr. CIC 392 y 393).
Paz y bien hermanos.





miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿ARCÁNGELES?

  SAN MIGUEL ARCÁNGEL


Si, seres espirituales reales y personales; por mucho que algunos traten de borrarlos  como algo trasnochado y carente ya de interés como de sentido, existen.
Los Ángeles están constituidos en nueve coros u órdenes angélicas y están divididas a su vez en tres jerarquias.
Primera Jerarquía : estos ángeles de la mas alta jerarquía se dedican exclusivamente a glorificar, amar y alabar a Dios en su presencia.Son los Serafines, Querubines y Tronos.
Segunda Jerarquía: Dominaciones, Virtudes y Potestades que gobiernan el espacio y las estrellas. Son los responsables del universo entero.
Tercera Jerarquía:Principados, Arcángeles y Ángeles. Son los que intervienen en todas nuestras necesidades.

Dios ha encomendado a los arcángeles las misiones mas importantes en relación a los hombres. Son guardianes de personas a quién Dios ha confiado grandes misiones.
Según las Sagradas Escrituras hay siete arcángeles:
Las Sagradas Escritura mencionan el nombre de solo tres: Miguel (Ap 12:7-9), Gabriel (Lc 1:11-20; 26-38) Rafael (Tobit 12:6, 15).
 Los nombres de los otros cuatro arcángeles (San Uriel, San Barachiel ó Baraquiel, San Jehudiel, Saeltiel) no aparecen en la la Biblia. Se encuentran en libros apócrifos de Enoc, el cuarto libro de Esdras y en la literatura rabínica. La Iglesia reconoce los nombres que se encuentran en las Sagradas Escrituras. Los demás nombres pueden tenerse como referencia pero, no son doctrina de la Iglesia ya que provienen de libros que no son parte del canon de la Sagrada Escritura.
Hoy 29 de septiembre, día de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, los conoceremos un poco.
1º- Arcángel San Miguel: representado con el traje de Guerrero o de Soldado Centurión como Príncipe de Milicia Celestial que es. La Santa Iglesia da a San Miguel el más alto lugar entre los arcángeles y le llama "Príncipe de los espíritus celestiales", "jefe o cabeza de la milicia celestial". Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento. Representado en el arte como el ángel guerrero, el conquistador de Lucifer, poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazándole con su espada, traspasándolo con su lanza, o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno.
La cristiandad desde la Iglesia primitiva venera a San Miguel como el ángel que derrotó a Satanás y sus seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego.
Es tradicionalmente reconocido como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la muerte.
El mismo nombre de Miguel, nos invita a darle honor, ya que es un clamor de entusiasmo y fidelidad. Significa "Quién como Dios".

Satanás tiembla al escuchar su nombre, ya que le recuerda el grito de noble protesta que este arcángel manifestó cuando se rebelaron los ángeles. San Miguel manifestó su fortaleza y poder cuando peleó la gran batalla en el cielo. Por su celo y fidelidad para con Dios gran parte de la corte celestial se mantuvo en fidelidad y obediencia. Su fortaleza inspiró valentía en los demás ángeles quienes se unieron a su grito de nobleza: "¡¿Quién como Dios?!." Desde ese momento se le conoce como el capitán de la milicia de Dios, el primer príncipe de la ciudad santa a quien los demás ángeles obedecen.


                 La oración a San Miguel del Papa León XIII.

"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."

SAN GABRIEL ARCÁNGEL

2ºArcángel San Gabriel: uno de los siete arcángeles, usado en innumerables ocasiones por Dios como mensajero (Deuteronomio 8:15-27). El se le apareció a Daniel y le explicó una visión de eventos futuros, diciéndole, "Tú eres un hombre elegido especialmente" (Deuteronomio 9:20-27). En el Nuevo Testamento se le apareció a Zacarías para avisarle que Isabel, su mujer, tendría un hijo al que llamaría Juan (Lucas 1:11-20). De igual manera, fue Gabriel quién se le apareció a María diciéndole que concebiría y daría a luz a un Hijo, a quién pondría por nombre Jesús (Lucas 1:26-38).

A San Gabriel se lo representa con una vara de perfumada azucena, la que obsequió a María Santísima en la Anunciación que representa la Sublime Pureza Inmaculada de la Madre Virgen.

SAN RAFAEL ARCÁNGEL


3ºArcángel San Rafael: "el que cura o sana". Es el arcángel cercano a los hombres para aliviarlos en su dolor y sufrimiento. Es uno de los tres arcángeles cuyo nombre aparece en la Biblia (Tobit 12:6, 15). Los otros son San Miguel y San Gabriel.

A San Rafael se lo representa con un atuendo de caminante o peregrino, con bastón y cantimplora, y el pez del que se obtuvo la hiel para curar al padre de Tobías.
Paz y bien hermanos.

martes, 28 de septiembre de 2010

¿ ÁNGELES, DÓNDE?


En algunos medios de comunicación y por "otras vias" he podido constatar que hay cristianos que niegan la existencia de los ángeles, tal y como lo enseña la Iglesia.
Hoy quería dar a conoce a estos amigos que Dios nos ha regalado y cuya existencia es una verdad de fe.
La existencia de seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe.
El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición.
Quiénes son los ángeles:
Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan "constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos", son "agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra".

En tanto que criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales e inmortales .
Superan en perfección a todas las criaturas visibles.
El resplandor de su gloria da testimonio de ello.

Cristo es el centro del mundo de los ángeles. Los ángeles le pertenecen: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles..." (Mt 25, 31). Le pertenecen porque fueron creados por y para El: "Porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él" (Col 1, 16). Le pertenecen más aún porque los ha hecho mensajeros de su designio de salvación: "¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?".
Desde la creación (cf Jb 38, 7, donde los ángeles son llamados "hijos de Dios") y a lo largo de toda la historia de la salvación, los encontramos, anunciando de lejos o de cerca, esa salvación y sirviendo al designio divino de su realización: cierran el paraíso terrenal, protegen a Lot, salvan a Agar y a su hijo, detienen la mano de Abraham, la ley es comunicada por su ministerio, conducen el pueblo de Dios, anuncian nacimientos y vocaciones, asisten a los profetas, por no citar más que algunos ejemplos. Finalmente, el ángel Gabriel anuncia el nacimiento del Precursor y el de Jesús.

De la Encarnación a la Ascensión, la vida del Verbo encarnado está rodeada de la adoración y del servicio de los ángeles. Cuando Dios introduce "a su Primogénito en el mundo, dice: 'adórenle todos los ángeles de Dios". Su cántico de alabanza en el nacimiento de Cristo no ha cesado de resonar en la alabanza de la Iglesia: "Gloria a Dios...". Protegen la infancia de Jesús, sirven a Jesús en el desierto, lo reconfortan en la agonía, cuando E1 habría podido ser salvado por ellos de la mano de sus enemigo como en otro tiempo Israel. Son también los ángeles quienes "evangelizan" anunciando la Buena Nueva de la Encarnación, y de la Resurrección de Cristo. Con ocasión de la segunda venida de Cristo, anunciada por los ángeles, éstos estarán presentes al servicio del juicio del Señor.

De aquí que toda la vida de la Iglesia se beneficie de la ayuda misteriosa y poderosa de los ángeles.
En su liturgia, la Iglesia se une a los ángeles para adorar al Dios tres veces santo; invoca su asistencia la liturgia de difuntos, o también en el "Himno querubínico" de la liturgia bizantina y celebra más particularmente la memoria de ciertos ángeles (S. Miguel, S. Gabriel, S. Rafael, los ángeles custodios).
Desde su comienzo a la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión. "Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducirlo a la vida".
Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios.
Mañana 29 de septiembre es el día que la Iglesia dedica a los Arcángeles : San Miguel, San Gabriel y San Rafael y hablaremos un poco más de este tema.
¡Y no olvideis orar a vuestro Ángel custodio!
Paz y bien hermanos



lunes, 27 de septiembre de 2010

NO DESEO NADA MÁS, PADRE



Padre mío, no deseo nada más...
sólo deseo vivir en ti,
sólo deseo fundirme en ti,
sólo deseo eternizarme en ti,
disolverme en amor contigo,
como la gota de agua en el mar infinito.

Padre mío, no deseo nada más,
no aspiro a nada más,
no añoro nada más,
no me inquieto por nada más...

Padre mío, no deseo nada más,
que ser toda tuya,
que tu voluntad se realice en todo mi ser,
que yo sea toda tuya en tus manos amorosas,
que tu querer sea mi querer.

Padre mío, no deseo nada más
que tu voluntad se haga en mí...

Padre mío, que mis deseos
se disuelban y desaparezcan,
que mis aspiraciones
de ser considerado, respetado, y tenido en cuenta,
se disuelvan y desaparezcan,
que los deseos de ser alguien,
se disuelvan y desaparezcan.

Padre mío, no deseo nada más,
sólo quiero ser lo que tú quieras,
todos los demás deseos son vanos,
superficiales y agobiantes.

Sólo cuando me desprendo de todo deseo,
despojado de todo ...
es cuando siento que descansa mi alma,
es cuando siento que la quietud
de tu presencia amorosa
me emvuelve y me acaricia.

Padre mío, no deseo nada más,
sólo quiero lo que tú quieras.

Padre mío, vacíame de mis deseos,
de toda otra aspiración,
vacíame de todo lo que agobia
y esclaviza mi corazón.

Padre mío, no deseo nada más,
sólo quiero lo que tú quieras,
volar, cantar bailar, al ritmo
de tu Espíritu amoroso.

Padre mío, no deseo nada más...

domingo, 26 de septiembre de 2010

CENTENARIO DE LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DE PADRE PIO

                  LA CELEBRACIÓN EN LA CATEDRAL DE BENEVENTO.


El 10 de agosto de 2010 se celebró el centenario de la ordenación sacerdotal del Padre Pío.
El Arzobispo de Benevento, Mons. Andrea Mugione, presidió la Eucaristía. Previo a la Misa también se realizó una peregrinación.
San Pío de Pietrelcina fue ordenado sacerdote en la Catedral de Benevento el 10 de agosto de 1910. El joven de nombre Francesco Forgione que ya llevaba como capuchino siete años, recibió la dispensa del Obispo local para recibir la ordenación por debajo de la edad mínima exigida, favor que se le concedió por padecer de una serie  de enfermedades.
Pese a sus problemas de salud, el joven Forgione caminó con su madre, su hermano y su párroco hacia Benevento para recibir el Orden Sagrado.
En recuerdo de aquella caminata, se realizó una peregrinación desde la ciudad de Pietrelcina (el pueblo natal del Padre Pío) hasta Benevento que partió a las 05:00 a.m.", un recorrido de unos 10 kilómetros.
Múltiples localidades españolas y extranjeras, celebraron este evento. Ya que la devoción a este gran santo está muy extendida y es muy querido por todos sus devotos. 
Paz y bien hermanos.           


viernes, 24 de septiembre de 2010

SUSTRAÍDO A LAS MIRADAS, NO AL CORAZÓN.


TRASLADO DEL LOS RESTOS MORTALES DEL PADRE PIO A LA IGLESIA DE SU NOMBRE.



PILAR CENTRAL DE LA CRIPTA DE LA IGLESIA DE SAN PIO DONDE DESCANSAN
SUS RESTOS MORTALES HOY EN DÍA.

El 24 de septiembre del 2009 se celebró una ceremonia para conservar el cuerpo del padre Pio en un sarcófago de madera y plata. Los restos mortales del Padre Pio habían estado expuestos a veneración de los devotos desde el 24 de abril del 2008.
Eran las 2:24 de la tarde. Desde ese momento el cuerpo de Padre Pio desaparecía de la vista de los testigos. El cierre de la ostención ha terminado a las 2:30 de la mañana del 24 de septiembre, cuando el último peregrino ha salido de la cripta. A las 6: 15 de la mañana se abría la urna de cristal que durante 17 meses ha consentido el contacto directo entre el Santo Capuchino y los ocho millones setecientos mil peregrinos. Aquel cuerpo ya sin protección, a las ocho menos veinte de la mañana, ha sido reconducido en procesión a la cripta donde había sólo frailes, algún sobrino del Padre Pio, las autoridades civiles y militares y un exiguo grupo de laicos, invitados por diferentes razones.
La decisión de no hacer permanente la visión del cuerpo del Santo ha sido determinada por la voluntad de conformar este lugar con aquellos en los cuales se veneran los cuerpos de San Francisco y de San Antonio. No equivale a alejarlo de nosotros sino que así el Padre Pio nos ayudará a ver nuestra relación con Dios más allá de nuestros sentidos.
A las cuatro de la tarde la crpta sea vuelto a abrir, permitiendo a los peregrinos entrar a rezar a su Santo ya no visible, recordando lo que dijo Jesús a Tomás:"dichosos los que, sin ver, creen".

TRASLADO DEL CUERPO

El cuerpo del Padre Pío fue trasladado 19 de abril del 2010 desde la cripta del santuario de San Giovanni Rotondo, a la iglesia inferior que lleva su nombre.

Los capuchinos escogieron para ello la fecha del aniversario de la elección de Benedicto XVI, que corresponde también al inicio de su 126º capítulo provincial. La traslación fue autorizada por la Congregación para las Causas de los Santos.
La celebración comenzó con la oración de la liturgia de Nona a las 4:15 p.m en el Santuario de Santa María de las Gracias (donde reposaban los restos mortales del santo desde hacía 42 años), en presencia del Arzobispo de Manfredonia-Vieste-San Giovanni Rotondo, Mons. Michele Castoro.
La procesión para el traslado propiamente dicho hacia la iglesia de San Pío de Pietrelcina comenzó a las 4:30 p.m, tras un momento de oración y unas palabras del Arzobispo.
La urna que contiene las reliquias del santo fue transportada por doce frailes sobre un carro adornado con flores de distintos colores.
Mons. Castoro presidió la Eucaristía a las 5:30 p.m., con la consagración del altar y la colocación de la urna en el pilar central de la iglesia, diseñado por Renzo Piano. El pilar está decorado con mosaicos del Padre Ivan Marko Rupnik sobre las vidas del Padre Pío y de San Francisco.
Esta nueva basílica fue inaugurada por Benedicto XVI en junio del 2009 en su visita a San Giovanni Rotondo.
Paz y bien hermanos.

NUEVA IGLESIA DE SAN PIO

BENEDICTO XVI VISITA SAN GIOVANNI ROTONDO



El 21de junio del 2009 el Papa Benedicto XVI San Giovanni Rotondo. El Papa espués de orar junto a los restos mortales del Padre Pío, Benedicto XVI celebró misa en el atrio de la Iglesia de San Pío en San Giovanni Rotondo, en el "lugar donde todo habla sobre la vida y sobre la santidad del Padre Pío de Pietrelcina" como dijo en la homilía.

Benedicto XVI recordó al Padre Pío como un hombre de oración, de la eucaristía y del amor por los otros, especialmente por los enfermos y los sufridores. El Santo "nutria una predilección por el Corazón de Cristo, y gracias a esto dio origen y forma al proyecto de una gran obra dedicada al ‘alivio del sufrimiento'".
"Un hombre simple, de orígenes humildes, escogido por Dios para hacer de él un instrumento electo del poder perenne de su Cruz: poder de amor por las almas, de perdón y de reconciliación, de paternidad espiritual, de solidaridad eficaz con los sufridores. Los estigmas, que lo marcaron en el cuerpo, lo unieron íntimamente a Cristo Resucitado", dijo Benedicto XVI.
A los capuchinos, dijo: "Ustedes son herederos del Padre Pío y la herencia que él les dejó es la santidad." El Papa pidió además a ellos que reconduzcan a las personas a Dios y ayuden a redescubrir la alegría de ser cristianos como hacía el Padre Pío.
En conclusión, Benedicto XVI advirtió a todos los fieles de los "riesgos del activismo y de la secularización" que están siempre presentes, también en nuestros días. Subrayó que su venida fue para confirmar "en la fe por la misión heredada de su muy amado Padre".
El Papa usó durante la misa un cáliz y una píxide usados muchas veces por el Padre Pío, y también por Juan Pablo II en la misa por él presidida en San Giovanni Rotondo el 23 de mayo de 1987. Entre aquellos que recibieron la comunión de las manos de Benedicto XVI estaban los padres de dos jóvenes de San Giovanni Rotondo, que estudiaban en Aquila y fallecieron durante el terremoto del 6 de abril pasado. Con el Papa, celebraron la misa cardenales, obispos y frailes capuchinos.
En San Giovanni Rotondo, el cielo insiste cubierto de nubes. Los romeiros venidos de toda Italia llegaron al lugar de la celebración eucarística por la mañana, los primeros antes de las 6 horas de la mañana. Muchas personas trajeron imágenes del Santo de Pietrelcina. Al mismo tiempo, salieron ambulancias de la Casa Alivio del Sufrimiento, en homenaje al momento. San Giovanni Rotondo es llamada de "Ciudad del Acogimiento y de Reconciliación" y "alma del Gargano".
Paz y bien hermanos.

PADRE PIO SANTO

                 CUERPO INCORRUPTO DE SAN PIO DE PIETRELCINA

Muchas han sido las sanaciones y conversiones concedidas por la intercesión del Padre Pío e innumerables milagros han sido reportados a la Santa Sede.

Los preliminares de su Causa se iniciaron en noviembre de 1969. El 18 de diciembre de 1997, Su Santidad Juan Pablo II lo pronunció venerable. Este paso, aunque no tan ceremonioso como la beatificación, es ciertamente la parte más importante del proceso. El venerable Padre Pío fue beatificado el 2 de mayo de 1999. Tan grande fue la multitud en la Misa de beatificación, que desbordaron la Plaza de San Pedro y toda la Avenida de la Conciliación hasta el río Tiber sin ser estos lugares suficiente. Millones además lo contemplaron por la televisión en el mundo entero.
Un gran Santo para la Iglesia de hoy
El día 16 de junio del 2002, su Santidad Juan Pablo II canonizará al Beato Padre Pío, quien desde ese momento pasará a ser el primer sacerdote canonizado que ha recibido los estigmas de nuestro Señor Jesucristo.

40 AÑOS DESPUÉS DE SU MUERTE
El cuerpo del Santo Padre Pío de Pietrelcina fue exhumado para ser expuesto a partir del 24 de abril próximo ante los devotos que lleguen a San Giovanni Rotondo por el 40º aniversario de su muerte.

El Arzobispo local, Mons. Domenico D'Ambrosio, supervisó el trabajo de exhumación y declaró a la prensa que el cadáver luce "bien conservado". "Se veía claramente la barba, la parte superior del cráneo, las rodillas, el mentón perfecto y el resto del cuerpo bien conservado", señaló y destacó que las manos y las uñas estaban perfectas.
Asimismo, precisó que no había "señal algunas de los estigmas", que aparecieron a finales de 1911 y desaparecieron poco antes de su muerte.
El Arzobispo explicó que los restos se colocarán en una urna en la cripta del santuario donde hasta ahora estaban enterrados.

Paz y bien hermanos.





Primeras imágenes del cuerpo incorrupto del Padre Pio.

jueves, 23 de septiembre de 2010

LOS FUNERALES DEL PADRE PIO


El 26 de septiembre de 1968 por la tarde, el padre Clemente da Wlissinge, ministro general de los capuchinos, presidió los funerales del estigmatizado del Gárgano. Se dió lectura de un telegrama de pésame de Pablo VI y el administrador apostólico, padre Clemente da Santa María in Punta, pronunció el elogio fúnebre del hermano a cuya liberación había contribuido.
El cuerpo del Padre Pio fue bajado a la cripta de la iglesia del convento donde, para cumplir su deseo, le había sido dispuesta una tumba.
Cuando ya su cadaver descansaba en la cripta, los devotos se dirigieron a la hora habitual, frente a la ventana donde era habitual que saludase con el pañuelo. Después de una oración entonaron cánticos que le gustaban especialmente al Padre Pio.
De pronto se oyeron exclamaciones de alegría:el Padre Pio aparecía, sonriente, con el rostro vuelto hacia la izquierda en el cristal de lo que había sido su celda.
Se veía con claridad su hábito hasta la cintura y el cordón. A los gritos de la muchedumbre, el padre guardián mandó un hermano al lugar. Y este volvió con una noticia increible: el Padre Pio aparecía en el cristal. Entonces, para dar una lección de realismo a todos los exaltados, abrió la ventana del Padre Pio y extendió una tela blanca. Después del ¡Ah! de decepción de la gente, sonaron unos ¡oh! ¡oh! de la gente, la imagen del Padre Pio aparecía en todos los cristales de la fachada del convento.
Desde entonces hasta ahora se siguen multiplicando los milagros del Padre Pio.
Paz y bien hermanos.


miércoles, 22 de septiembre de 2010

PADRE PELLEGRINO

TESTIMONIO VISUAL DEL PADRE PELLEGRINO SOBRE LAS ÚLTIMAS HORAS DEL PADRE PIO EN ESTE MUNDO.



LA ÚLTIMA MISA


El 21 de setiembre de 1968 se sintió mal y no celebró la misa, sólo le dieron la comunión, pues estaba extremadamente débil y cansado, con un fuerte ataque de asma, que le impedía respirar. Por la tarde saludó a la gente desde el coro. Había una inmensa multitud reunida en san Giovanni Rotondo con motivo de celebrar el Congreso internacional de los Grupos de oración, al día siguiente, día 22.

El día 22 el padre Pío quiso celebrar la misa sencilla como todas las mañanas, pero el padre Superior le obligó a celebrar misa solemne con canto para los Grupos de oración, que comenzaban su Congreso internacional. El padre Pío, aunque muy cansado, obedeció. Estaba muy decaído y cansado y toda la gente lo aplaudía y gritaba: ¡Viva el padre Pío! Al terminar la misa y levantarse del sillón, antes de descender las gradas del altar, perdió el equilibrio y casi se cae, si no lo hubieran sostenido. Antes de retirarse, bendijo a la gente diciendo: ¡Hijos míos, hijos míos! Después de dar gracias por la misa quiso ir a confesar, pero debió retirarse, porque estaba muy débil, blanco como un papel, y parecía ausente y lejano de todo.
A las 10:30 de la mañana dio la bendición a la multitud, que estaba reunida ante la plaza de la iglesia, desde una ventana. Después se retiró a su celda.
En la noche del día 22 el padre Pellegrino, que lo atendía, le pidió la bendición para todos y respondió: Sí, bendigo con todo mi corazón a mis familiares, a la Casa Sollievo della sofferenza, a los enfermos, a los Grupos de oración y a todos mis hijos espirituales. Y pido al padre Superior que les dé en mi nombre esta bendición.

El padre Paolo Covino manifiesta: Estuve con el padre Pío veinte minutos antes de expirar. Fui yo quien le administré la unción de los enfermos, precedida de la absolución “sub conditione” y de la bendición apostólica. Estaba muy fatigado y respiraba con mucha dificultad. No respondía a las oraciones y estaba sentado en el sillón donde murió. Estaban presentes el padre Superior, padre Carmelo, padre Rafael, padre Mariano Paladino y otros hermanos. También estaba el doctor Sala, médico personal, y el doctor Gusso, director de la Casa Sollievo, algún otro doctor y dos enfermeras. Murió repitiendo los nombres de Jesús y María el 23 de setiembre de 1968 a las 2:30 de la madrugada.

Había notado en los últimos días que las llagas de las manos estaban gradualmente desapareciendo. No podía explicarme el motivo, pero sentía que el padre Pío estaba al final.

Después de 50 años de llevar las llagas de Cristo en su cuerpo, al morir, desaparecieron milagrosamente por obra de Dios.

Los restos del padre Pío fueron expuestos durante cuatro días a la veneración de los fieles. Según estimaciones fidedignas, pasaron ante su féretro en los cuatro días unas 100.000 personas. El día 26 de setiembre de 1968, después de los funerales, fue sepultado en la cripta del santuario Santa María de las Gracias, en San Giovanni Rotondo, a las 10:30 de la noche.
Lo enterraron con el rosario entre las manos. Y en la celda que ocupó en vida han escrito estas palabras de san Bernardo: María es toda la razón de mi esperanza.
Después de su muerte es visitado continuamente por sus devotos e hijos espirituales.
El Papa Juan Pablo II lo visitó en 1987 y Benedicto XVI en junio del 2009.
Son millones y millones los fieles que siguen visitándolo para pedir su ayuda e intercesión. También visitan su celda, el crucifijo de los estigmas, la antigua iglesia donde celebraba la misa en público, el imponente Vía crucis construido en el lugar y el santuario de santa María de las Gracias, además de la Casa Sollievo della sofferenza.


El padre Pío desde el cielo sigue orando por sus hijos espirituales. Un día llegó a decir: Si fuera posible querría conseguir del Señor solamente esto: “No me dejes ir al paraíso mientras el último de mis hijos, la última persona encomendada a mis cuidados sacerdotales, no haya ido delante de mí… He hecho con el Señor un pacto de que, cuando mi alma se haya purificado en las llamas del purgatorio y se haya hecho digna de entrar en el cielo, yo me coloque a la puerta y no pase dentro hasta que no haya visto entrar al último de mis hijos e hijas”.
Paz y bien hermanos.



Aquí os presento un vídeo de la última misa del Padre Pio.
Paz y bien hermanos.

martes, 21 de septiembre de 2010

LA TERNURA DE PADRE PIO


Del Padre Pio de Pietrelcina quedan impresas, en la mente y en el corazón, las imágenes atadas a los estigmas, su oblación a Dios, las gracias y los milagros obrados por su intercesión, el ministerio sacerdotal sublimado sobre el altar y en el confesionario, el amor para Jesús crucificado y para la Virgen Maria.
Sin embargo, aparte estos aspectos que pertenecen a la dimensión de fe del fraile estigmatizado, hay algunos elementos intensamente humanos que desmienten aquella imagen severa, pero no verdadera, que lo acompaña. Tras la cáscara dura del fraile huraño, Padre Pio esconde una ternura extraordinaria que revela en muchos momentos de intimidad familiar y de vida religiosa. Son los momentos más escondidos de su vida.
Padre Benedetto de S. Elia, que ha estado cerca de Él y será testigo de su fallecimiento, dice: "Padre Pio tenía un corazón de oro y muchas veces se comportaba por su sencillez y  la manifestación de sus cariños, como un eterno niño, exultante ante las sorpresas, desde la toma de tabaco a la oferta de una chocolatina".
Era un hombre que apreciaba plenamente la alegría de la amistad y que siempre se mostraba sensible a cada mínima cortesía, correspondiendo en ruegos y gracias. Tenía un fuerte sentido de humanidad y bondad, que se derramaba hacia todo, empezando por sus parientes, hijos espirituales, para acabar con todas las almas que encontró a lo largo de su vida. .
A menudo se ha hablado del gran cariño de Padre Pio hacia su madre Peppa (Giuseppa Di Nunzio). Me gustaría aquí reconducir un hermoso diálogo ocurrido el 5 diciembre del 1928 sobre la plazoleta del convento de S. Giovanni Rotondo. Mamá Peppa encuentra al hijo y le toma una de las manos llagadas. Luego, mientras la besa le dice: "Padre Pio, te beso la mano de parte de tía Libera, de tía Pellegrina, tía Filomena...... y tanto otras tías y parientes.
Luego, mirándolo tiernamente, exclama: Y ahora la beso por "mí". Pero a estas palabras el hijo, retirando enseguida las manos, contesta: "¡Esto nunca! El hijo tiene que besar la mano a la mamá y no la mamá al hijo".
La expresión del rostro y sobre todo ante su mirada profunda y al tiempo infantil, era como ver a un niño sin malicia.
"era tan simple y bueno, que casí era infantil, e inspira simpatía y comprensión por su  gran sinceridad....."
Su humildad y modestia... caracterizan su espíritu.... Su humilde devoción hacia sus superiores, el amor fraterno que lo une a todos los que lo circundan, serían de por si elementos suficientes a expresar el valor y el equilibrio de su psique".
Un Padre Pio alegre, simpático, burlón, parece así diferente de lo que muchas veces aparecen entre las muchedumbres de los fieles. El mismo Padre Pio confía a su superior:
"..... se  me tiran encima como hienas: me aprietan la mano como en una mordaza, me tiran los brazos, me comprimen de cada parte para llegar a tocarme... y yo me veo perdido, y tengo que hacer  duro. 
Lo siento mucho, pero si no  lo hago, me matan".
A un seminarista de Varazze que se disculpaba por haberle enfadado, Padre Pio con toda dulzura  le contesta:
"No, hijo mío. Las palabras tienen que ser externamente así a veces.¡Si supieras cuánto os quiero a todos!"
Muchos hablan de un Padre Pio que yo no conozco. Un Padre Pio severo, osco y no sé que más. El Padre Pio con respecto mi experiencia personal, es tan bueno como el pan recien hecho, hasta para corregir, ya que conoce lo que hay en cada corazón.
Es un buen hijo de San Francisco y un buen padre de sus hijos espirituales.
Te pido Padre Pio, que nos cojas de la mano y como un corro de niños, nos lleves junto a Jesús y María. Y así gozar juntos, de la dulzura y suavidad de sus corazones.
Paz y bien hermanos.

                   

lunes, 20 de septiembre de 2010

LA ÚLTIMA BATALLA.


El demonio existe y su papel activo no pertenece al pasado ni puede ser recluido en los espacios de la fantasía popular. La actitud del discípulo de Cristo frente a Satanás tiene que ser de vigilancia y de lucha y no de indiferencia. La mentalidad de nuestrotiempo desaforadamente, ha relegado la figura del diablo en la mitología y en el folclore. El Baudelaire afirmó, justamente que la obra maestra de Satanás, en la era moderna, es de hacernos creer que no existe. Por consiguiente no es fácil imaginar que el Diablo haya dado prueba de su existencia, cuando ha sido obligado a afrontar al Padre Pío en "ásperos combates". Tales batallas, tal como es reconocido en la correspondencia epistolar del venerable fraile en sus directorios espirituales, fueron reales combates, siendo la última con sangre.

Las luchas entre el Padre Pío y Satanás se agriaron cuando el Padre Pío liberó a los poseídos. Más de una vez - el Padre Tarcisio contó de Cervinara - antes de salir del cuerpo de un poseído, el Malvado ha gritado: "Padre Pío nos das más molestias tú que San Michele". Y también: "Padre Pío, no nos arranques las almas y "no te molestaremos."

En una carta al padre Agostino, del 18 de enero de 1912, le dice: "... Barba Azul no quiere ser derrotado. Él ha venido a mí casi asumiendo todas las formas. Desde varios días acá, me viene a visitar, junto con otros de sus espíritus infernales armados de bastones y piedras. Lo que es peor; es que ellos, vienen con sus semblantes. Tal vez cuántas veces, me ha sacado de la cama y me ha arrastrado por la habitación. ¡Pero paciencia! Jesús, la Mamá, el angel, San José y el padre San Francisco siempre están conmigo."

La carta al Padre Agostino del 18 de noviembre de 1912..... "El enemigo no quiere dejarme solo, me pega continuamente. Él intenta envenenar mi vida con sus trampas infernales. Él se molesta mucho porque yo le cuento estas cosas. Él me hace pensar en no decirle, los hechos que pasan con él. Él me dice que lo narre a las visitas buenas que yo recibo; de hecho él dice que le gustan sólo estas historias. El pastor ha estado informado de la batalla que yo tengo con estos demonios, y con referencia a sus cartas; él me sugirió que yo vaya a su oficina a abrir las cartas. Pero en cuanto yo abrí la carta, junto con el pastor, encontramos que la carta estaba sucia de tinta. ¿Era la venganza del diablo? Yo no puedo creer, que usted me ha enviado la carta sucia; porque usted sabe que yo no puedo ver bien. Al principio nosotros no pudimos leer la carta, pero después de poner el Crucifijo en la carta; nosotros tuvimos éxito leyéndola, aun cuando nosotros no éramos capaces de leer en letras pequeñas... "

En la carta al Padre Agostino del 13 de febrero, de 1913, "Ahora, que veintidós días han pasado, desde que Jesús permitió a los diablos para descargar su enojo sobre mí. Mi Padre, en mi cuerpo todo se machuca de las palizas que yo he recibido en el presente por nuestros enemigos. En varias oportunidades, ellos me han quitado mi camisa incluso, y me han golpeado de una manera brutal"...

Don Pierino es sacerdote y uno de los hijos espirituales del padre Pío que estaban al mismo tiempo presentes. Fr. Pierino cuenta la historia: “Un día, el Padre Pío estaba en el confesionario, detrás de las cortinas. Las cortinas del confesionario no estaban cerradas totalmente y yo tuve la oportunidad de mirar al Padre Pío. Los hombres, mientras miraban los registros, se apartaron, todos en una sola fila. Del lugar dónde yo estaba, yo leía el Breviario, intentando siempre mirar al Padre. Por la puerta de la iglesia pequeña, entró un hombre. Él era guapo, con los ojos pequeños y negros, pelo canoso, con una chaqueta oscura y los pantalones bien arreglados. Yo no quise distraerme, y seguí recitando el breviario, pero una voz interior me dijo: "¡Detente y mira!”. Yo miraba al Padre Pío. Ese hombre, simplemente se detuvo delante del confesionario, después de que el penitente anterior se marchó. Él desapareció rápidamente entre las cortinas, mientras estaba de pie, delante del Padre Pío. Entonces yo no vi más al hombre cabello oscuro. Algunos minutos después, el hombre se hundió en el suelo con sus piernas ensanchadas. En la silla en el confesionario, de pronto ya no vì al Padre Pío, y en su lugar vì a Jesús, pero, Jesús era rubio, joven y guapo y miró fijamente al hombre, quien tuvo por tumba al suelo. Entonces de nuevo logré ver al Padre Pío que surgió otra vez. Él volvió para tomar su asiento en su mismo lugar y su apariencia emergió de la de de Jesús. Ahora podía ver claramente al Padre Pío. Yo oí su voz inmediatamente: "¡Dense prisa!” ¡Nadie notó este acontecimiento! Todos continuamos de nuevo en lo que estábamos”.

En el mundo de hoy donde hasta a Dios se le pasa por el colador del racionalismo, el Padre Pio nos manda un mensaje diferente. ¿Pone en jake el Padre Pio al racionalismo actual?
¿Cómo explicar hoy estos fenómenos?
Paz y bien hermanos.

HARÉ MÁS RUIDO DE MUERTO QUE DE VIVO.


En aquel entonces, algunos frailes del convento de San Giovanni Rotondo se quejaban del ruido de la gente que llegaba, que se iba y bueno, que andaba por allí tras el Padre Pio.
Un buen día, Padre Pio les dijo: "¡Ah! ¡Que os quejais del ruido que armo! Pues bien, quiero que sepais, que haré más ruido muerto que vivo!"
Verdaderamente Padre Pio sigue más vivo que nunca y como bien él decía: "Haré muchas más cosas desde allí arriba".
Dios le concedió el don de hacer milagros durante su vida.
Veamos algunos de ellos:

*El padre Rafael, que fue su Prior de 1933 a 1940, dice: El 10 de junio de 1940 llegó al convento una señora con un hijo de seis años enfermo de encefalitis. Al día siguiente escuchó la misa del padre Pío. Después de la misa, al verlo pasar para ir a confesar, le presentó a su hijo en brazos toda llorosa y desconsolada. El padre Pío la miró con compasión, le hizo una señal de bendición y entró en el confesonario. La pobre madre, un poco decepcionada pero con fe, se quedó en la iglesia a rezar hasta que el padre terminó de confesar. Después se retiró ella al albergue donde acostó al niño, que al momento se quedó dormido. Hacia las 5:30 p.m. el niño se despertó y se levantó solo totalmente curado. A la mañana siguiente, la madre le agradeció al padre Pío, que le respondió: “Agradéceselo a la Virgen que te ha dado esta gracia”. En ese momento estaba presente el doctor Filippo De Capua, pediatra de Foggia, que vio al niño antes y después de la curación.


*El mismo padre Rafael certificó que el 26 de enero de 1939 fue a san Marco in Lamis donde visitó a la señorita Verónica, gran benefactora de los capuchinos e hija espiritual del padre Pío.
Dice: La encontré agonizante, dos médicos la habían y desahuciado. Yo la llamé por su nombre, pero no me respondía. Entonces tuve una inspiración: llamé mentalmente al padre Pío y le pedí como su Superior que rezara para que se curara nuestra bienhechora. Al instante, ella abrió los ojos y sintió fuerzas para contestar. Yo la bendije y salí.
Ese mismo día, al regresar al convento, le recomendé personalmente al padre Pío su salud. Me dijo que no moriría. A los pocos días, Verónica mejoró y pudo ir a agradecer personalmente al padre Pío. Vivió otros 26 años y murió el 13 de enero de 1960. Los médicos que la habían desahuciado tuvieron que reconocer en este caso un hecho sobrenatural.

*El padre Agustín escribió en su Diario el 10 de junio de 1945: He podido conocer a una señora de Voltutata Appula, que era sorda desde hacía 20 años, que se ha sanado después de haberle pedido la curación al Señor por intercesión del padre Pío. Le he recomendado que traiga los certificados de los médicos que la trataron durante su enfermedad y que se haga revisar para obtener un certificado de curación. Otras personas que la habían acompañado certificaron la veracidad de lo que ella decía.


*Declara el padre Alessio Parente: Un día una señora me dijo: “El padre Pío es un santo”. Y me contó que su única hija había tenido una hemorragia interna y, a pesar de los esfuerzos de los doctores, no pudieron hacer nada para salvarla. Decía: “Yo lloraba e invocaba constantemente al padre Pío”. De pronto, lo he visto a mi costado. Me ha puesto una mano sobre mi espalda y me ha dicho: “No te preocupes, yo seré el doctor de tu hija”. Después desapareció. En ese momento, mi hija se agitó en la cama y yo pensé que era el fin. Llamé al doctor y pudo constatar que la hemorragia había cesado. La misma mañana le dieron de alta en el hospital.


*El padre Alberto D´Apolito manifestó manifestó en el Proceso que el padre Plácido Bux tenía una grave cirrosis hepática y que se curó después de una aparición del padre Pío en bilocación. El siervo de Dios, interrogado sobre esto, lo admitió y dijo haber estado en san Severo para curarlo.


*El notario Francesco Fontana afirma que, estando en san Giovanni Rotondo el doctor Sanguinetti, le confió que tenía una joven paciente con grave mal al cerebro y que debía ser operada, pero dudaba si llevarla a Roma o a una clínica de Bari. Le preguntaron al padre Pío y recomendó llevarla a Bari, pero añadió: “Aunque esperamos que antes de llegar…”. Y cortó la frase. La llevaron a Bari y, antes de llegar a la ciudad, se encontró perfectamente curada. La llevaron al especialista de la clínica de Bari y sólo pudo afirmar: “No entiendo por qué me la han traído”. El hígado está perfecto y excluyo que haya estado enferma alguna vez.
Al regresar a san Giovanni Rotondo, el padre Pío, riéndose con ganas, les dijo, por lo mal que habían quedado ante el especialista: Agradezcamos al Señor, démosle gracias.


*El padre Rafael dio fe en el Proceso: Una mañana el hermano sacristán fray Crispín se había olvidado de poner hostias para consagrar. El padre Pío, después de confesar, dio la comunión a los fieles. Había poquísimas hostias en el copón y los fieles eran muchos. Según iba dando la comunión, las hostias iban aumentando. Yo asistí a este portento que fue notado por la señorita americana María Pyle y la señorita Caterina Valentini, alemana.


*En el verano de 1941, dice el padre Rafael, en plena guerra, el pan estaba racionado y cada día pedían pan unos 15 pobres. A la hora de la comida fuimos al comedor, pero no había más que unos 500 gramos de pan para los 10 religiosos, además de los pobres que esperaban. El padre Pío estaba todavía orando en la iglesia. Comenzamos a comer la menestra y, de pronto, llega el padre Pío con bastante pan fresco. Lo miramos sorprendidos y le digo: "Padre Pío, ¿de dónde ha sacado este pan?". Me responde: "Me lo ha dado una peregrina de Bologna en la puerta". Le respondo: "Gracias a Dios". Ninguno de los religiosos dijo una palabra: habían comprendido que era un milagro.
 
Y, a día de hoy, siguen proliferando los milagros por intersección del Padre Pio y no sólo corporales, sino sobre todo espirituales. Grandes conversiones logró Padre Pio en vida y las sigue logrando hoy en día también.
Padre Pio de Pietrelcina, ruega por nosotros.
Paz y bien hermanos.

sábado, 18 de septiembre de 2010

LAS PERSECUCIONES



En la primavera de 1919 ya se había extendido la noticia de los estigmas. Se hablaba de curas milagrosas y los periódicos de toda Italia publicaban artículos a cerca del Padre Pío.
Este nuevo interés por el Padre Pío y la afluencia de peregrinos y limosnas para su monasterio, crearon celos entre el clero local. Comenzaron a difundir crueles mentiras, insistiendo en que las heridas se las hacía él mismo, que utilizaba perfume para crear los aromas celestiales, que estaba poseído por el Demonio y que mantenía relaciones ilícitas con sus "hijas espirituales".
Las acusaciones y los celos llegaron al Vaticano y en 1922 la Iglesia tomó cartas en el asunto: El Padre Pío ya no podía confesar,ver a sus hijos espirituales, responder la correspondencia o decir Misa (excepto fuera de horario y, más tarde, sólo en privado). La Iglesia emitió informes rechazando el origen espiritual de los estigmas. Así comenzaron los años que el Padre Pío denominaría su "encarcelamiento", una prueba que ofreció como sacrificio a Dios por las necesidades de los "no salvados". Solía pasar su tiempo libre rezando y en comunión silenciosa con Dios. Estudiaba las Escrituras y los escritos de los Padres de la Iglesia. Las restricciones no se levantaron hasta 1933.
La II Guerra Mundial abrió el ministerio del Padre Pío al mundo. Entre 1943 y 1945, cientos de soldados aliados destinados en el Sur de Italia, visitaron San Giovanni Rotundo para encontrarse con el hombre de llevaba las heridas de Cristo. Inspirados por su santidad y por su celebración mística de la Misa, tanto católicos como protestantes acudieron a venerar al Padre Pío.
Los soldados y enfermeras de la guerra llevaron a sus hogares la noticia del Padre Pío. Al poco tiempo, comenzaron a llegar peregrinos y donaciones a San Giovanni Rotundo. Estos fondos permitieron al Padre Pío llevar a buen término un proyecto que albergaba en su corazón, la construcción de un hospital: La Casa para el Alivio del Sufrimiento, o la Casa como se la conocía, que abrió el 5 de Mayo de 1956.
El Padre Pío concibió la Casa como un lugar en el que se trataría a los enfermos en condiciones ideales, tanto materiales como espirituales, para abrirse a la gracia de Dios.
Hoy, la Casa es uno de los hospitales más grandes y mejor equipados de Italia. Es también el centro internacional para los 2000 grupos de oración del Padre Pío, con más de 200.000 miembros en todo el mundo.

Celosos del éxito del Padre Pío y decididos a controlar los fondos de la Casa, sus superiores de la Orden de los Capuchinos instigaron una nueva ola de persecución: se abría la correspondencia del Padre Pío, se grababan en secreto sus conversaciones en el confesionario y en las habitaciones de la hospedería del convento; y se mancilló su reputación con una campaña de desprestigio.
En 1961, una investigación del Vaticano trajo nuevas restricciones: el Padre Pío no podía salir del convento; su acceso a los fieles estaba estrictamente regulado; y la hora de su misa tenía que cambiar todos los días.
Un espabilado banquero italiano, "el banquero de Dios", Giufre, había conseguido los capitales de muchas organizaciones de Iglesia, incluida la Santa Sede, ofreciéndoles pingües beneficios. Cuando el banco quebró, El Vaticano, para hacer frente al escándalo, presionó al Padre Pío para que le cediese el dinero líquido que, ya entonces, entraba a espuertas en su monasterio. Ante la negativa del santo, la Curia romana intentó convertirle en un proscrito.
El enviado de la Curia vaticana, Carlo Maccari, preparó un informe demoledor contra el capuchino y lo depositó en la mesa del Papa: «En el fraile reina el demonio de la impureza», «sus estigmas son fruto de la histeria o consecuencia de agentes químicos», «su vida es sensualismo místico», «seduce a las mujeres, compra a periodistas para que hablen bien de él, se procura perfumes costosos y hábitos de lujo, exige comida especial».
Juan XXIII se lo cree y permite que la Curia le persiga y le suspenda en su ministerio.
Antes de morir, el Papa Pío XII había concedido al Padre Pío una dispensa especial, el título de todas las propiedades de la Casa y el control administrativo del hospital.
El nuevo papa, Juan XXIII, revocó esta dispensa y le ordenó que firmara la entrega de la Casa al Vaticano. Sólo al final de su vida reconoce que «es un buen religioso» y se encomienda a sus oraciones. 
Pero no fue hasta 1964, con la llegada del Papa Pablo VI, cuando se anularon todas las restricciones impuestas al Padre Pío.

Pablo VI lo rehabilita, le concede plena libertad y dice de él: «Celebra la misa humildemente, confiesa de la mañana a la noche, hombre de oración, hombre de sufrimiento y representante de los estigmas de nuestro señor Jesucristo».
A pesar de estas injusticias, su alegría interior permaneció intacta. Sin censurar ni juzgar, decía simplemente: "El criterio de Dios no es el criterio del hombre".
Oremos al Padre Pio y pidámosle que nos ayude a mantener esa paz y esa alegría interior, dentro de las tribulaciones de la vida.
Paz y bien hermanos.

viernes, 17 de septiembre de 2010

¡HASTA LUEGO TIO RAZIO!



Al padre de Padre Pio, Grazio Forgione le llamaban tío Horacio o tío Razio. Era analfabeto, pero enérgico, inteligente y hábil para el trabajo. Tio Razio y Mamma Peppa tuvieron siete hijos: Miguel (1882-1967); Francesco, que no vivió ni un mes; Amalia (1885-1887); Francesco (padre Pío); Felicita (1889-1918), Pellegrina (1892-1944) y Grazia (sor Pía), que vivió de 1894 a 1969.
Era una familia pobre y religiosa, donde nunca faltó lo suficiente para vivir, aunque no disponían de dinero en efectivo.
El padre Pío dirá años más tarde: "En mi casa era difícil encontrar diez liras, pero nunca faltaba nada".
Cuando Padre Pio creció y quiso ser religioso, su padre decidió emigrar para darle los estudios. Primero fue a Nueva York, en Estados Unidos, desde 1898 a 1903. Más tarde, en 1910, fue a Argentina, donde estuvo siete años. Su padre murió el 7 octubre de 1946, estando en san Giovanni Rotondo, cerca del convento de su hijo en la casa de María Pyle, murió estando presente el padre Pío.
Confesarte con tu propio hijo; facil se dice. Algo parecido le debió de ocurrir a Grazio Forgione. Aunque su hijo se lo puso más facil.
El Padre Pio leía las conciencias y en múltiples ocasiones a los que se acercaban a su confesionario, les decía los pecados que habían cometido, o los que habían olvidado..

Padre Pio no tenía títulos especiales, escepto los necesarios para ser sacerdote. Pero estaba dotado de un genio vivo y rápido, de una memoria prodigiosa, de una gran bondad y de una profunda doctrina. Tenía el don de comunicar paz y tranquilidad a las almas que recurrían a él.
Era el buen pastor que no estaba tranquilo hasta que no hallaba a la oveja perdida y la llevaba al redil. Y, para tal fin, empleó toda su fuerza espiritual para que nadie se perdiera en los falsos senderos de virtudes solo aparentes.
Su confesionario era una clínica para las almas. Allí él desarolló su misión y su paternidad, con fuerza y con ternura, con paciencia y con coraje, con compasión y con severidad, según los casos.
Para sus hijos espirituales era padre y madre a la vez. Padre por el coraje de su amor, fuerte, ilimitado; madre por la ternura que demostraba en tantas ocasiones.
"No doy un dulce a quien tiene necesidad de un purgante".
Tenía un estilo muy propio, un arte absolutamente personal, y el resultado era que arrebataba los corazones de todos y los llevaba a Dios.
El Cardenal Don Santiago Lercaro dijo una vez: "No era un confesor cómodo. Por el contrario,era muy incómodo. Se temblaba de pies a cabeza cuando se estaba a sus pies. Con sus ojos escudriñadores, hurgaba las llagas más secretas del alma, sin poder esconder nada, hacía temblar hasta a los espíritus más sagaces.
Fue "el apostol del confesionario". Toda la vida sacerdotal del Padre Pio está contenida entre dos polos luminosos: el altar y el confesionario. No hay otros dos lugares mejores para quien quiera encontrar con acierto al estigmatizado del Gárgano.
A propósito de las conversiones, una de ellas es la de Ferrucio Caponetti, materialista y masón militante. Él mismo describía así su conversión:"Subí el áspero sendero del monte gargánico, encontré al maestro, me acogió con alegría porque vió en mí a un ciego, escuchó sonriente mis ideas y mis dudas y con simplicidad de palabra, pero con inmensa profundidad de pensamiento, tiró por tierra, una a una, todas las teorias de las que estaba llena mi mente, sin que yo encontrase argumentos para oponerle, desnudó mi alma y, habiéndome mostrado las sublimes enseñanzas del Señor, me volvió a abrir los ojos del espíritu, vi la luz verdadera, me tocó el corazón, conocí la verdadera fe. Ahora siento dentro de mí, verdaderamente, la paz del espíritu, ahora conozco al verdadero Dios...Todo lo debo al Padre Pio".

¿Cuándo ha sido la última vez que te has confesado? ¡Ah, ya ! Que según tú , no hace falta, ¡ya! ¿Esperas al último momento? ¡Insensato!¿A caso sabes tú cuando será?
Paz y bien hermanos.

AQUÍ SE VIENE A REZAR - LOS GRUPOS DE ORACIÓN.

                          Cleonice Morcaldi, a la izquierda tras el Padre Pio.
Hay un aspecto sorprendente en el mundo afectivo y humano del P. Pío: sus relaciones cordiales con el mundo femenino.
Diríamos que fue más bien el mundo de las mujeres que rodearon a este hombre, aparentemente "huraño".
Es la historia por ejemplo, de las relaciones entre el santo fraile y la señorita Cleonice Morcaldi, hija del alcalde de San Giovanni Rotondo. Una muchacha sencilla, atraída por los ideales místicos, que vivió cerca del Padre, para crecer espiritualmente a su sombra, para colaborar con su obra, para confortarlo en los momentos de amargura. Nació así un maravilloso testimonio de amistad espiritual, expresado por cartas y apuntes hasta ahora desconocidos, de los que se destaca evidente y hermosa figura del hombre y del santo. Es de los apuntes de Cleonice que hemos sacado las mejores noticias acerca de la Misa del P. Pío.

                                         Raffaelina Cerase
Un alma generosa que colaboró con el P.Pío fue Rafaelina Cerase,de la ciudad de Foggia. Esta mujer, muy enferma, se ofreció en 1916 como víctima para que el P. Pío cuando estaba en Pietrelcina, sanara de su enfermedad y regresara a su comunidad. En efecto el Padre sanó, se despidió de su tierra y fue destinado al convento de los capuchinos de Foggia, en donde pudo atender espiritualmente a Rafaelina.
                                            María Pyle
Otro caso similar lo encontramos en la señorita María Pyle. Norteamericana, de familia protestante, llegó a Italia en 1924 como
admiradora y colaboradora de María Montessori. Era doctora, joven de gran belleza y de una colosal fortuna. En 1918, en España, se convirtió al cristianismo y llegó a Italia para solucionar sus inquietudes científicas y sus problemas de pedagogía. Por curiosidad llegó a San Giovanni Rotondo, pero se fue decepcionada.
Estando en Capri, la doctora tiene un sueño: se ve en la carroza, sentada a la izquierda de Maria Montessori, quien lleva las riendas del caballo. De pronto la escena del cuadro cambia. Se encuentra en la misma carroza, pero colocada a la derecha de un fraile que lleva las riendas. Reconoce en él al P. Pío. El caballo corre ligero por una calle empinada que desemboca delante de la fachada de un santuario. María se percata de que se trata de la iglesia de la Virgen de Santa María de las Gracias de San Giovanni Rotondo. El Padre detiene el caballo y dice: "Hemos llegado". El sueño termina. María Pyle decide aclarar el sueño y vuelve a San Giovanni Rotondo, en donde el P. Pío la recibe y, a manera de saludo, le dice: "Hemos llegado".
En efecto, María Pyle había llegado definitivamente. En San Giovanni Rotondo se quedó para siempre. Vendió su gran fortuna
y distribuyó su dinero a los pobres. A la vez se construyó una
humilde casa cerca del convento. Su vida y su trabajo lo consagró enteramente al P. Pío. Fue su mano derecha y la mediadora para cuantos peregrinos, especialmente de lengua inglesa, querían acercarse al Padre Pío.
                                           Lucía Fiorentino        
En los años de segregación absoluta en San Giovanni Rotondo (l923)-1933) hubo otra hija espiritual del P. Pío que ofreció su
vida para que cesara la persecución contra el estigmatizado.Se llamaba Lucía Fiorentino. El Señor le tomó la palabra y Lucía murió en 1934; pocos meses antes el Papa Pío lo reconoció públicamente la inocencia del P. Pío.
Lucía Fiorentino era un alma excepcional que tenía frecuentes fenómenos místicos, entre ellos locuciones interiores. Ya desde
1906 el Señor le había anunciado que vendría de lejos un sacerdote, simbolizado por un gran árbol y que con su sombra cubriría todo el mundo. Quien con fe se refugiara bajo él, obtendría la verdadera salvación. Por el contrario, quien se burlara, sería castigado.
El P. Pío era este árbol, hermoso y rico en hojas y frutos de santidad y salvación para muchos.

                                            Carlo Campanini
El Padre Pío dirigió espiritualmente muchas almas, sus hijas e hijos espirituales como : Carlo Campanini, Francesco Morcaldi, Cesare Festa, Emmanuele Brunatto,Enrico Medi,Guiglielmo Sanguinetti , Angelo Battisti, Giusepe Sala, Gerardo de Caro, y muchos más que se multiplicaban y se siguen multiplicando hoy en día.
Se puede entrever en ese grupo de personas el inicio de los grupos de oración, que él alentaba y aconsejaba espiritualmente.
Los grupos de oración fueron y son una de las joyas del Padre Pío, junto a la creación del hospital.
«Lo que falta a la humanidad -repetía con frecuencia el P. Pío - es la oración».
Los continuos llamados del Papa Pío XII a la oración para alcanzar la paz en el mundo destrozado por la Segunda Guerra Mundial, encontraron en el P. Pío una respuesta concreta. Fundó sus famosos "Grupos de Oración", que definió como : "semilleros de fe, hogares de amor en los cuales Cristo mismo está presente cada vez que se reunen para la oración".
No se trata de una asociación, sino sencillamente de un grupo de personas que se reunen para orar. No hacían nada especial, cantaban, rezaban el Rosario, leían la Sagrada Escritura, hacían una breve reflexión sobre un mensaje espiritual y los ejemplos de la vida santa del P. Pío,oían siempre que podían la misa, exponían siempre que podían sus intenciones en alta voz; después de esto, proponían renovarse espiritualmente y renovar poco a poco la sociedad en medio de la que vivían.El 24 de septiembre de 1975, el Santo Padre Pablo VI, hablando del P. Pío dijo: «Entre tantas y maravillosas cosas que hizo el P. Pío, están las numerosas personas que oran y se entregan a la vida cristiana en la oración, en la caridad, en la pobreza de espíritu y en el cumplimiento del deber cristiano».

Un día el P. Alberto había dicho al P. Pío:
- Padre, ¿es tan necesario organizar grupos de oración, cuando en algunas diócesis ya están molestando a los obispos?
- Yo invito a las almas a orar - contestó el P. Pío -, y esto ciertamente fastidia no solamente a algunos obispos sino especialmente a Satanás. Por otro lado, siempre les he recomendado a los Grupos la obediencia a la santa Iglesia.
Pronto los Grupos de Oración del P. Pío se multiplicaron en Italia y en todo el mundo y se llegó a tener un primer congreso regional en Venecia en 1956; un segundo congreso nacional en Catania en 1959, bajo la presidencia del cardenal Lercaro y por fin, el congreso internacional, el 22 de septiembre de 1968, en San Giovanni Rotondo con ocasión de los cincuenta años de los estigmas del P.Pío.
El mismo Santo Padre, en la homilía de la beatificación del P. Pío, recordó esta gran obra: los grupos de oración que son una de las herencias espirituales del santo. Estos grupos nacieron como respuesta a la invitación del P. Pío de orar y orar en común. Quería que los grupos de oración estuvieran vinculados al Hospital Casa Alivio del sufrimiento.

El P. Pío aceptaba como hijos espirituales a cuantos se lo pedían. Pero siempre les ponía una condición: "No me hagan quedar mal". Todos los que pertenecen a los grupos de oración se consideran hijos espirituales del P. Pío.
El 22 de septiembre de1968, desde la ventana de su convento,
el P. Pío les dijo a los miles de congresistas de los grupos de oración: "Soy todo de cada uno de ustedes. Cada uno de ustedes puede decir: "¡Padre Pío es mío!".
Yo también puedo decir:  ¡El Padre Pío es mío!
¿Y tú?
Paz y bien hermanos.