domingo, 13 de octubre de 2013

CONFERENCIA DEL PADRE ELÍAS CABODEVILLA Y COMIENZO DEL PRIMER ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL NUEVO GRUPO PADRE PÍO EN LA BASÍLICA DE BEGOÑA BIZKAIA



El pasado 7 de octubre a las 5:30 dio inicio en el salón de actos de la "Casa de Espiritualidad de la Basílica de Begoña"; una conferencia impartida por fray  Elías Cabodevilla Garde, director de los "Grupos de oración de Padre Pío" y máximo conocedor de la vida y espiritualidad del santo de Pietrelcina; donde acudieron gran cantidad de personas, incluidas las de los demás grupos de oración del entorno. ¡Todo un éxito! 
Acto seguido a las 6:30 el padre Elías dirigió el primer encuentro de oración de este nuevo grupo que tendrá su base en la Basílica de Begoña en Bilbao, Bizkaia.
Desde aquí os animo, allí donde os encontréis, a formar un grupo de oración del Padre Pío. Oración, caridad, fraternidad, hoy el mundo necesita tanto de esto.

“Lo que le falta a la humanidad, repetía con frecuencia, es la oración”. 
La idea de los “Grupos de Oración” la mantuvo el Padre Pío como ayuda al mundo que sufre. 
Su corazón deseaba mucho más, al fundar los “Grupos de Oración” veía una corriente de oraciones, extendiéndose cada vez más y abrazando a tantos otros corazones, que lograse aunar a todos los hermanos que sufren, a todo necesitado corporal.
Decía: “Jesús, haz que los grupos de oración sean faros de luz y amor en el mundo.”

MISA CONCELEBRADA EN LA BASÍLICA DE BEGOÑA EN LA FIESTA DEL PADRE PÍO


En el día de la  fiesta del Padre Pío, 23 de septiembre, se celebró una Misa en la basílica de Begoña (Bilbao) , presidida por el rector de la Basílica y el diácono y secretario del obispo de Bilbao.
En ella nos reunimos los grupos de oración del Padre Pío de Bermeo, Indautxu, Barakaldo y Begoña, devotos y demás asistentes a la santa Misa.

Un día muy feliz arropados por la Virgen de Begoña y el humilde Padre Pío.

viernes, 20 de septiembre de 2013

20 DE SEPTIEMBRE RECORDAMOS LA ESTIGMATIZACIÓN DE PADRE PÍO


Era el 20 de septiembre de 1918, un poco antes del medio día, un grito angustioso hizo correr a los frailes al Coro en la Capilla de Santa Maria de la Gracia.


¡Milagro!, Padre Pío estaba extendido sobre el piso, como muerto, herido en las manos, en el corazón y los pies. De las heridas brotaba sangre.

Él mismo escribía: "Era la mañana del 20 del mes pasado, en el coro, después de la celebración de la Santa Misa, cuando fui sorprendido por un descanso, semejante a un dulce sueño... ví frente a mí a un misterioso personaje, me di cuenta de que mis manos, pies y costado estaban perforados y que brotaba sangre. Podéis imaginar el afán que experimenté entonces y que he venido experimentando continuamente casi todos los días. De la herida del corazón brota sangre constantemente, especialmente desde el jueves hasta el sábado...”



miércoles, 4 de septiembre de 2013

El padre Lauriola conoció al Padre Pío: Hago exorcismos desde 1970 y siempre le pido ayuda.





Franciscano, de 86 años, recuerda la respuesta cuando de niño le preguntó por los estigmas: «Estas heridas son por mis pecados y los de los demás».

Este año se celebra el 45º aniversario de la muerte del Padre Pío, acaecida el 23 de septiembre de 1968, y con ese pretexto el diario californiano Catholic San Francisco ha entrevistado a un sacerdote franciscano que conoció bien al santo de Pietrelcina, canonizado por Juan Pablo II en 2002. Y a medida que pasa el tiempo, van siendo menos quienes le trataron personalmente.

El padre Guglielmo Lauriola, párroco emérito de la Inmaculada Concepción en San Francisco (Estados Unidos), creció a treinta kilómetros escasos de San Giovanni Rotondo, donde estaba el convento del Padre Pío. Su padre tenía una tienda y en los años treinta un hermano franciscano empezó a visitarle con objeto de pedirle donativos. A raíz de esa relación, la familia empezó a visitar al fraile, ya con fama de santidad porque sus estigmas eran conocidos en toda la región desde años atrás. Las visitas serían continuas hasta su muerte.

"Empezamos a visitar San Giovanni Rotondo en 1932. Siempre nos alegraba mucho verle. Yo tenía 5 ó 6 años, y entraba en la sacristía en la que él confesaba y le tiraba del cordón que ceñía su hábito para decirle que estaba allí. Él me daba un pescozón en la cabeza y, aunque estaba siempre ocupado, tenía tiempo para mí y me preguntaba si quería mucho a la Santísima Virgen", cuenta el padre Lauriola.

"Para lavar mis pecados y los de los demás"
Dice que de pequeño le asustaban los estigmas: "Me dijo que no se los mirara. Me preocupaba que le causasen dolor. Podías ver el sufrimiento en su rostro, casi siempre era visible. Los viernes parecía sufrir especialmente. ´¿Por qué tiene que sufrir tanto?´, le pregunté una vez. ´Éstas heridas son para lavar mis pecados y los de los demás´, me respondió. Le dije que mi tío era médico que le pediría alguna medicina para él. ´Las medicinas no me harán ningún bien, contestó".

El padre Guglielmo evoca el momento en el que vió el cadáver de su maestro y amigo, en el funeral de 1968: "Me arrodillé ante su cuerpo y recé. Vi sus manos y sus pies. Estaban limpias, como si los estigmas jamás hubiesen estado ahí".

Sus misas eran "muy devotas, particularmente durante la consagración. Decía las palabras de la consagración muy despacio: Hoc... est... enim... corpus... meum. Cuando elevaba la Sagrada Hostia, sus manos temblaban un poco. Pero tampoco le miraba mucho, pues al sonar la campanilla todos bajábamos la cabeza".

Cuando el padre Lauriola decidió ser franciscano, tardó en decírselo al Padre Pío ("no estaba seguro de que lo aprobase"), pero cuando finalmente se lo participó, la reacción fue positiva: "¡Magnífico! Rezaré por ti".

En toda necesidad
Y no dejó de hacerlo, ni tras su ordenación en 1953, ni después, cuando estuvo como misionero en Corea entre 1957 y 1964 ("recuerda, sólo hay un Dios", le dijo el Padre Pío). En una ocasión, yendo en un pequeño bote hacia una isla en aquella zona, una gran tormenta les sorprendió y creyeron que morirían ahogados: "Empecé a pedirle al Padre Pío que nos ayudara, y sobrevivimos. Creo que él supo que yo le necesitaba".

Esa devoción al santo y amigo no ha desaparecido nunca: "Llevo haciendo exorcismos en la archidiócesis desde 1970 y siempre le pido ayuda: ´Padre Pío, ayúdame a hacer más fuerte mi fe en Jesús y ayuda a estas personas que acuden a mí´. Y él me ayuda. Le quiero mucho y estoy agradecido por todo lo que ha hecho por mí. Y a todos digo: si necesitas algo, pídeselo al Padre Pío. Él te ayudará".


jueves, 29 de agosto de 2013

EL INCREÍBLE MILAGRO DEL PADRE PÍO QUE LLEVÓ A LA CONVERSIÓN A TODA UNA PARROQUIA ORTODOXA


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Por intercesión del Padre Pío, la madre de un sacerdote ortodoxo de Rumania quedó curada de un cáncer terminal. Tras este milagro toda la parroquia se convirtió al catolicismo. La obra del santo de Pieltrecina les ha cambiado tanto su vida que pese a las dificultades han hecho una iglesia dedicada al santo y un hospital para enfermos terminales.
El Padre Pío sigue intercediendo por todo el mundo y desde el cielo continúa propiciando milagros de todo tipo. Muchos son ya los testimonios que se conocen sobre el santo de Pieltrecina por todo el mundo, algunos de ellos recogidos en libro Padre Pío, de José María Zavala.

Sin embargo, en el caso de la familia Tudor ha propiciado no sólo un milagro físico sino la conversión de cientos de personas al catolicismo y la ilusión de hacer un pequeño San Giovanni Rotondo en el interior de Rumanía, un país con un arraigado pasado comunista y de mayoría ortodoxa.

Víctor, un sacerdote ortodoxo
Víctor Tudor era un sacerdote ortodoxo rumano que no conocía al Padre Pío y que tras la milagrosa curación de su madre de una enfermedad incurable se pasó junto a toda su parroquia a la Iglesia Católica. Pero además, decidió ir más allá y ha conseguido construir a pesar de mil dificultades una iglesia dedicada al santo capuchino así como un hospital para enfermos terminales.

Esta historia se inicia en 2002 cuando diagnosticaron a Lucrecia, madre de Víctor, un cáncer en un pulmón. Los médicos dijeron que no era operable pues había metástasis por lo que la dieron tan sólo unos meses de vida.

El viaje de Lucrecia a Italia
Ante esta situación, el padre Víctor llamó a su hermano Mariano, pintor especializado en iconografía y que vivía en Roma. Con esto esperaba que pudiera conocer a algún médico que pudiera tratar a su madre en Italia. Finalmente, pudo llegar a contactar con uno de los mejores médicos del mundo en su especialidad y éste le dijo que la estudiaría si su madre iba a Roma.

Dicho y hecho. Lucrecia llegó enferma a Italia. Allí le vio el médico que igualmente les dijo que la operación era inútil y que sólo se podía intervenir con unos fármacos para mitigar los terribles dolores.

La madre se quedó un tiempo con su hijo en Roma para que así la pudieran hacer más controles. Mientras tanto, Mariano trabajaba haciendo un mosaico en una iglesia y se llevaba a su madre consigo. Cuando él trabajaba Lucrecia visitaba el templo y veía las imágenes.

El descubrimiento del Padre Pío
Pero hubo una que le llamó poderosamente la atención. Estaba situada en una esquina. Era el Padre Pío. La mujer se quedó impresionada y le preguntó a su hijo quién era. Éste le contó brevemente su historia y durante los días siguientes el hijo se percató de quesu madre estaba permanentemente sentada frente a la imagen del santo de Pieltrecina. Charlaba con la talla como si una persona se tratase.

Así pasaron los días. Dos semanas después, Lucrecia y su hijo Mariano acudieron al hospital para realizarse una prueba. Pero para sorpresa y estupor de médicos y de ellos mismos, el cáncer terminal que sufría esta mujer rumana había desaparecido completamente.

Esta mujer ortodoxa había pedido la intercesión del Padre Pío y éste había respondido.Este hecho sobrecogió a toda la familia empezando por su hijo Víctor, sacerdote ortodoxo. “La curación milagrosa de mi madre, realizada por el Padre Pío en favor de una mujer ortodoxa, me llamó la atención”, reconocía entonces este sacerdote rumano.

La conmoción en la parroquia
Ese personaje hasta entonces desconocido para él le había dejado fascinado. Empezó a leer la vida del Padre Pío y algo en él comenzó a cambiar. Le contó el milagro de su madre a sus parroquianos. Todos se quedaron admirados pues la madre de Víctor era bien conocida por ellos. “Todos conocían a mi madre y sabían que había ido a Italia para intentar una intervención quirúrgica, y que luego había vuelto a casa curada sin que ningún médico la hubiera operado”.

Este milagro transformó no sólo a la familia Tudor sino a toda la comunidad ortodoxa. Cuenta el padre Víctor que poco a poco en su parroquia se empezó a conocer y a amar al Padre Pío. “Leíamos todo lo que encontrábamos sobre él, su santidad nos conquistaba”.

La conversión al catolicismo
Incluso la cosa iba más allá y otros enfermos de la parroquia recibieron igualmente gracias extraordinarias del Padre Pío. Sin embargo, empezaba a surgir un problema en esta comunidad pues seguían siendo ortodoxos y eran devotos de un santo católico contemporáneo.

Por ello, el padre Víctor y su parroquia con casi 350 personas decidieron hacerse católicos. Hoy pertenecen al rito greco-católico de Rumania. Sus vidas se habían transformado pero al igual que el Padre Pío vivió numerosas dificultades ellos también habrían de experimentarlas a la hora de vivir su nueva fe.

En una reciente entrevista en Padre Pío TV, Víctor Tudor cuenta que tuvieron“numerosas dificultades” para ser católicos pues la conversión en este país ortodoxo con pasado comunista era bastante compleja. Problemas con los políticos, la Policía…

Un nuevo templo en Rumania
Pero no se desanimaron y pese a las trabas decidieron ir incluso más allá y construir una iglesia dedicada al Padre Pío. El templo está ya prácticamente construido y ha sido otro milagro del santo capuchino.

Los fieles, en gran medidas muy humildes, colaboraron en la construcción. Mientras tanto, celebraron misa en la calle pese a las gélidas temperaturas invernales. Y a ello había que sumar las enormes trabas burocráticas. El Padre Víctor, desesperado acudía a su obispo ante tantos problemas y éste siempre le respondía: “esto es de Dios y todas estas cosas se resolverán”. Así, de repente un obispo les pagó el terreno de la iglesia. Iban ocurriendo hechos extraordinarios, que poco a poco favorecían la construcción.

Mientras tanto, el padre Víctor acudió a Roma junto a su hermano para pedir también ayuda para esta iglesia. Allí se encontró con otro obispo al que contó sus problemas. “¿Qué patrón tendrá tu iglesia?”, le preguntó el prelado. Tras responder que el Padre Pío, este obispo sonrió y le tranquilizó diciendo que “el Padre Pío te hará la iglesia él solo”.

El hospital dedicado al santo
Ahora el templo es ya una realidad y para el padre Víctor es otro milagro. “He sentido que el Padre Pío me ha ayudado a mí, a mis fieles y en otros países e iglesias. Es un signo de la fe”, afirma.

Aún así, este sacerdote rumano no se ha quedado tranquilo y siguiendo los pasos del santo y pidiendo su intercesión ha creado un “pequeño San Giovanni Rotondo” en Rumania tras instaurar un hospital que atiende a enfermos terminales, gente sin recursos y ancianos abandonados. Las dificultades son enormes y falta el dinero pero Víctor cuenta con la intercesión del Padre Pío. Hasta ahora no ha fallado.

sábado, 25 de mayo de 2013

¡FELIZ CUMPLEAÑOS PADRE PÍO!

¡FELIZ CUMPLEAÑOS PADRE PÍO!





Francisco Forgione (Padre Pío) , hijo de Grazio María y de María Josefa, nació en Pietrelcina, Provincia de Benevento (Italia), 
el 25 de mayo de 1887; fue bautizado al día siguiente en la iglesia arciprestal de Santa Maria de los Ángeles. 


sábado, 18 de mayo de 2013

¡PENTECOSTÉS!


Pentecostés

¡El mundo brilla de alegría!
¡Se renueva la faz de la tierra!
¡Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo!
Ésta es la hora
en que rompe el Espíritu
el techo de la tierra,
y una lengua de fuego innumerable
purifica, renueva, enciende, alegra
las entrañas del mundo.
Ésta es la fuerza
que pone en pie a la Iglesia
en medio de las plazas,
y levanta testigos en el pueblo
para hablar con palabras como espadas
delante de los jueces.
Llama profunda
que escrutas e iluminas
el corazón del hombre:
restablece la fe con tu noticia,
y el amor ponga en vela la esperanza
hasta que el Señor vuelva.



UN BELLO VIDEO


domingo, 21 de abril de 2013

"ORAR" NUEVO LIBRO SOBRE PADRE PÍO DE JOSE MARÍA ZABALA, EDITADO POR: LIBROS LIBRES.





"Con el estudio de los libros se busca a Dios, con la meditación se le encuentra", decía el Padre Pío. Este libro nos ayuda a conseguirlo, pues nos ofrece óptimos alimentos para la meditación.

"El alma cristiana no deja pasar un solo día sin meditar la Pasión de Jesucristo", añadía, porque encontramos en ella los elementos de la vida cristiana, que, vividos sinceramente, llevan al encuentro con Dios.

José María zavala nos facilita esa labor agrupando los mensajes del Padre Pío en torno a temas nucleares del seguimiento de Cristo: La Eucaristía, la humildad, la confianza en Dios, el sufrimiento, el amor a Dios, la tentación, el Espíritu Santo, la Virgen María, la oración, la confesión, el ángel custodio, la dirección espiritual, el apostolado...

viernes, 19 de abril de 2013

RESUMEN DEL RETIRO "PADRE PIO HOMBRE DE FE" DEL 13 DE ABRIL EN BARAKALDO BIZKAIA



El retiro tuvo lugar 13 de abril, en Barakaldo (Vizcaya – España), en los locales de la parroquia Santa Teresa, generosamente cedidos por don Ernesto, el párroco de la misma.
El retiro espiritual fue promovido y organizado por los Grupos de Oración del Padre Pío que se reúnen en Barakaldo, Bermeo y Bilbao, y estuvo abierto a todos los que quisieron responder a una invitación, hecha con carteles en las iglesias de estas localidades y también en los medios de comunicación.

Desde las 10:30 hasta las 19:00, con una interrupción para la comida, en la que compartimos lo que cada uno había llevado para la misma, un grupo de 30/35 personas -no todos pudieron venir por la mañana y no todos pudieron quedarse por la tarde- celebramos un encuentro que discurrió en un ambiente muy grato de oración, de reflexión, de intercambio fraterno, de celebración…
El cartel anunciador del retiro decía: «Padre Pío hombre de fe»; y nos centramos en algunos de los objetivos que Benedicto XVI señaló para el Año de la Fe, vistos a la luz de las enseñanzas del Padre Pío y del modo en que las hizo realidad en su vida.
Es fácil pensar que todos terminamos el encuentro con el compromiso de seguir pidiendo al Señor el don de la fe: «Señor, auméntanos la fe» (Lc 17,5), y de seguir dando a ese don divino una respuesta generosa, que nos acerque más y más -es lo que el Padre Pío pedía al Señor- «a aquella fe viva que me haga crecer y actuar por solo tu amor».

martes, 26 de marzo de 2013

RETIRO ESPIRITUAL



“Padre Pío hombre de fe” 

13 de abril de 10:30 a 7:00 de la tarde (abierto) 

Parroquia Santa Teresa – Barakaldo - Bizkaia - España 

Impartido por: Fray Elías Cabodevilla Garde 

Sacerdote Capuchino 

Organizado por: “Grupos de Oración del Padre Pío” 

( Exposición de “Reliquia” y Santa Misa )

UN DÍA UN CONSEJO

"La vida es un Calvario; pero conviene subirlo alegremente.
Las cruce son los collares del Esposo y yo estoy celoso de ellos.
(Padre Pío)

Homilía del Papa Francisco el 24 de marzo "Domingo de Ramos"





HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Plaza de San Pedro
Domingo 24 de marzo de 2013


1. Jesús entra en Jerusalén. La muchedumbre de los discípulos lo acompaña festivamente, se extienden los mantos ante él, se habla de los prodigios que ha hecho, se eleva un grito de alabanza: «¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en lo alto» (Lc19,38).
Gentío, fiesta, alabanza, bendición, paz. Se respira un clima de alegría. Jesús ha despertado en el corazón tantas esperanzas, sobre todo entre la gente humilde, simple, pobre, olvidada, esa que no cuenta a los ojos del mundo. Él ha sabido comprender las miserias humanas, ha mostrado el rostro de misericordia de Dios y se ha inclinado para curar el cuerpo y el alma.
Este es Jesús. Este es su corazón atento a todos nosotros, que ve nuestras debilidades, nuestros pecados. El amor de Jesús es grande. Y, así, entra en Jerusalén con este amor, y nos mira a todos nosotros. Es una bella escena, llena de luz – la luz del amor de Jesús, de su corazón –, de alegría, de fiesta.
Al comienzo de la Misa, también nosotros la hemos repetido. Hemos agitado nuestras palmas. También nosotros hemos acogido al Señor; también nosotros hemos expresado la alegría de acompañarlo, de saber que nos es cercano, presente en nosotros y en medio de nosotros como un amigo, como un hermano, también como rey, es decir, como faro luminoso de nuestra vida. Jesús es Dios, pero se ha abajado a caminar con nosotros. Es nuestro amigo, nuestro hermano. El que nos ilumina en nuestro camino. Y así lo hemos acogido hoy. Y esta es la primera palabra que quisiera deciros: alegría. No seáis nunca hombres y mujeres tristes: un cristiano jamás puede serlo. Nunca os dejéis vencer por el desánimo. Nuestra alegría no es algo que nace de tener tantas cosas, sino de haber encontrado a una persona, Jesús; que está entre nosotros; nace del saber que, con él, nunca estamos solos, incluso en los momentos difíciles, aun cuando el camino de la vida tropieza con problemas y obstáculos que parecen insuperables, y ¡hay tantos! Y en este momento viene el enemigo, viene el diablo, tantas veces disfrazado de ángel, e insidiosamente nos dice su palabra. No le escuchéis. Sigamos a Jesús. Nosotros acompañamos, seguimos a Jesús, pero sobre todo sabemos que él nos acompaña y nos carga sobre sus hombros: en esto reside nuestra alegría, la esperanza que hemos de llevar en este mundo nuestro. Y, por favor, no os dejéis robar la esperanza, no dejéis robar la esperanza. Esa que nos da Jesús.
2. Segunda palabra: ¿Por qué Jesús entra en Jerusalén? O, tal vez mejor, ¿cómo entra Jesús en Jerusalén? La multitud lo aclama como rey. Y él no se opone, no la hace callar (cf. Lc 19,39-40). Pero, ¿qué tipo de rey es Jesús? Mirémoslo: montado en un pollino, no tiene una corte que lo sigue, no está rodeado por un ejército, símbolo de fuerza. Quien lo acoge es gente humilde, sencilla, que tiene el sentido de ver en Jesús algo más; tiene ese sentido de la fe, que dice: Éste es el Salvador. Jesús no entra en la Ciudad Santa para recibir los honores reservados a los reyes de la tierra, a quien tiene poder, a quien domina; entra para ser azotado, insultado y ultrajado, como anuncia Isaías en la Primera Lectura (cf. Is 50,6); entra para recibir una corona de espinas, una caña, un manto de púrpura: su realeza será objeto de burla; entra para subir al Calvario cargando un madero. Y, entonces, he aquí la segunda palabra: cruz. Jesús entra en Jerusalén para morir en la cruz. Y es precisamente aquí donde resplandece su ser rey según Dios: su trono regio es el madero de la cruz. Pienso en lo que decía Benedicto XVI a los Cardenales: Vosotros sois príncipes, pero de un rey crucificado. Ese es el trono de Jesús. Jesús toma sobre sí... ¿Por qué la cruz? Porque Jesús toma sobre sí el mal, la suciedad, el pecado del mundo, también el nuestro, el de todos nosotros, y lo lava, lo lava con su sangre, con la misericordia, con el amor de Dios. Miremos a nuestro alrededor: ¡cuántas heridas inflige el mal a la humanidad! Guerras, violencias, conflictos económicos que se abaten sobre los más débiles, la sed de dinero, que nadie puede llevárselo consigo, lo debe dejar. Mi abuela nos decía a los niños: El sudario no tiene bolsillos. Amor al dinero, al poder, la corrupción, las divisiones, los crímenes contra la vida humana y contra la creación. Y también –cada uno lo sabe y lo conoce– nuestros pecados personales: las faltas de amor y de respeto a Dios, al prójimo y a toda la creación. Y Jesús en la cruz siente todo el peso del mal, y con la fuerza del amor de Dios lo vence, lo derrota en su resurrección. Este es el bien que Jesús nos hace a todos en el trono de la cruz. La cruz de Cristo, abrazada con amor, nunca conduce a la tristeza, sino a la alegría, a la alegría de ser salvados y de hacer un poquito eso que ha hecho él aquel día de su muerte.
3. Hoy están en esta plaza tantos jóvenes: desde hace 28 años, el Domingo de Ramos es la Jornada de la Juventud. Y esta es la tercera palabra: jóvenes. Queridos jóvenes, os he visto en la procesión cuando entrabais; os imagino haciendo fiesta en torno a Jesús, agitando ramos de olivo; os imagino mientras aclamáis su nombre y expresáis la alegría de estar con él. Vosotros tenéis una parte importante en la celebración de la fe. Nos traéis la alegría de la fe y nos decís que tenemos que vivir la fe con un corazón joven, siempre: un corazón joven incluso a los setenta, ochenta años. Corazón joven. Con Cristo el corazón nunca envejece. Pero todos sabemos, y vosotros lo sabéis bien, que el Rey a quien seguimos y nos acompaña es un Rey muy especial: es un Rey que ama hasta la cruz y que nos enseña a servir, a amar. Y vosotros no os avergonzáis de su cruz. Más aún, la abrazáis porque habéis comprendido que la verdadera alegría está en el don de sí mismo, en el don de sí, en salir de uno mismo, y en que él ha triunfado sobre el mal con el amor de Dios. Lleváis la cruz peregrina a través de todos los continentes, por las vías del mundo. La lleváis respondiendo a la invitación de Jesús: «Id y haced discípulos de todos los pueblos» (Mt 28,19), que es el tema de la Jornada Mundial de la Juventud de este año. La lleváis para decir a todos que, en la cruz, Jesús ha derribado el muro de la enemistad, que separa a los hombres y a los pueblos, y ha traído la reconciliación y la paz. Queridos amigos, también yo me pongo en camino con vosotros, desde hoy, sobre las huellas del beato Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ahora estamos ya cerca de la próxima etapa de esta gran peregrinación de la cruz de Cristo. Aguardo con alegría el próximo mes de julio, en Río de Janeiro. Os doy cita en aquella gran ciudad de Brasil. Preparaos bien, sobre todo espiritualmente en vuestras comunidades, para que este encuentro sea un signo de fe para el mundo entero. Los jóvenes deben decir al mundo: Es bueno seguir a Jesús; es bueno ir con Jesús; es bueno el mensaje de Jesús; es bueno salir de uno mismo, a las periferias del mundo y de la existencia, para llevar a Jesús. Tres palabras: alegría, cruz, jóvenes.
Pidamos la intercesión de la Virgen María. Ella nos enseña el gozo del encuentro con Cristo, el amor con el que debemos mirarlo al pie de la cruz, el entusiasmo del corazón joven con el que hemos de seguirlo en esta Semana Santa y durante toda nuestra vida. Que así sea.

jueves, 14 de marzo de 2013

¡ABEMUS PAPAM! " FRANCISCO I "



El 13 de marzo del 2013 entró en la historia "Francisco I ", por San Francisco de Asís.
Gracias inmensas al Señor por tan inefable elección.
Tampoco puedo omitir mi especial alegría por haber elegido el nombre de Francisco y creo que todo el que sea devoto del Padre Pío lo ha de ver claro. El Padre Pío es franciscano y de nombre Francisco.
También; entre otras cosas el recién estrenado Papa es devotísimo del Padre Pío.

Aquí unos vídeos mejor que palabras:





"Te invito un capuchino" Capuchinos de México





El pasado viernes noche, inicio de sábado a las 00:30 de la noche; el Sacerdote Capuchino Fray Elías Cabodevilla Garde, director de los "Grupos de Oración" del Padre Pío, expuso la vida del Padre Pío en directo en el apartado "Te invito un capuchino" de los Capuchinos de México: www.capuchinos.org


Aquí el vídeo para su disfrute:

miércoles, 2 de enero de 2013

14 DE DICIEMBRE EN SANTA TERESA BARAKALDO



EL 14 DE DICIEMBRE EN LA PARROQUIA DE SANTA TERESA EN BARKALDO COMENZÓ EL GRUPO DE ORACIÓN DEL PADRE PÍO DE PIETRELCINA A LAS 6 DE LA TARDE, CON LA EXPOSICIÓN DE UN TESTIMONIO DE CONVERSIÓN POR LA INTERCESIÓN DEL PADRE PÍO.

EL TESTIMONIO QUE EN UN PRINCIPIO SE PENSÓ DURARÍA TRES CUARTOS DE HORA, SE EXTENDIÓ CERCA DE LAS 2 HORAS CON GRAN INTERÉS POR PARTE DE LOS ASISTENTES.

ESTE GRUPO SE REUNIRÁ TODOS LOS 2º Y 4º VIERNES DE MES A LAS 6 DE LA TARDE EN LA PARROKIA DE SANTA TERESA EN BARAKALDO (parada Bagatza junto al metro)


http://youtu.be/HRhTqKfydvY