sábado, 29 de noviembre de 2014

EL NIÑO JESÚS Y EL PADRE PÍO


Mi experiencia con el Padre Pío se remonta a unos 30 años atrás, aunque pienso que  siempre estuvo en mi vida, o más bien; yo en la suya. Me llamaba la atención la devoción y amor del Padre Pío al Niño Jesús. Siempre lo veía con el Niño Jesús en sus brazos. Eso me atraída mucho,  pues yo tengo costumbre de vestir a los Niños Jesús como un bebé para ir a bautizar. En el 2010 le prometí al Padre Pío: “He de ir a tu casa y regalarte un Niño Jesús vestido por mí. Ayúdame tú con lo del viaje y concédeme poder besar el mitón que cubría tus benditas llagas”.
Rondaba ya el 2013 y una amiga que sabía de mi promesa, (ella vive en Cartagena) me dijo: “¿Pero cuándo vamos a ir a ver al Padre Pio? Desde que me hablaste de él estoy deseando de ir a verle”. Ese mismo día me dirigí a la agencia de un amigo en Jaén y le expliqué mi intención de viajar a San Giovanni Rotondo en grupo.
La primera sorpresa no se hizo esperar: el precio resultó la mitad de lo normal. El Padre Fray Elías Cabodevilla Garde,  que Dios tenga en su gloria, me ayudó en la organización del mismo y le comenté que no tenía ni idea por dónde comenzar la visita de los lugares más importantes. Era la primera vez que visitábamos  San Giovanni Rotondo.
La segunda sorpresa o mejor; el regalo del Padre Pio: la respuesta del padre Elías: “Deme no hay problema alguno tengo allí a una persona muy querida que va a ser vuestro guía en el convento..."Un Obispo"”.  ¡Mi sorpresa fue tremenda! ¿Un Obispo? “Sí, mi gran amigo Monseñor Rodolfo Laise”, -así me dijo. Le escribió una carta y el 29 de septiembre del 2013 viajamos emocionados y contentos a San Giovanni Rotondo.
Si la organización del viaje fue un regalo del Señor; el estar allí, en San Giovanni Rotondo, ante el cuerpo incorrupto del Padre Pio, fue un sueño cumplido. Estaba en casa. Allí, el amor de Dios y la ternura del Padre Pio caló hasta lo más profundo de mi alma y sólo sabia dar las gracias. No creía merecer tantos regalos del Cielo. Verme delante de él, con mi Niño Jesús entregándoselo.
Cumplí mi promesa.  Y Padre Pío no faltó a su cita. Monseñor me dijo: “¿Imagino que querréis besar el mitón que cubría sus estigmas?”. Yo llorando sin poder contener la emoción y  allá que fuimos. Tener entre mis manos esa prenda preciosa, que guardaba celosa de miradas esas
heridas de amor, fue hermosísimo.

No voy a entrar en detalles por delicadeza y prudencia, pero las llaves del convento estaban abriendo puertas que jamás imaginé, ni en mis mejores sueños. Así responde el Cielo cuando no hay límites en la confianza.

Un apunte muy tierno, una pareja de novios que viajaba con  nosotros, el muchacho; Alfonso,  hijo de mi amiga;  tenía un propósito: pedir en matrimonio a su novia ante del Padre Pio. Poco después, nos encontramos ante el cuerpo incorrupto del Padre Pio.  Alfonso cogió la mano de Estefanía (su novia) y le dijo delante de todos: “Estefanía, ¿quieres casarte conmigo? El resto os lo podéis imaginar: abrazos, lágrimas, Estefanía emocionadísima lloraba de alegría. Recibieron la bendición de Monseñor Rodolfo Laise y estoy segura, la sonrisa pícara del Padre PÍo y su bondadosa palmadita como señal de aprobación.  Todo fue muy hermoso.

Un regalazo: visitando la capilla donde el Padre Pío oficiaba Misa a solas con el Señor, situada frente a su celda, nos envolvió el dulce perfume de su presencia celestial. Así nos despidió, como solo los santos responden; con la suave caricia en el alma del abrazo amoroso de un padre capuchino, que sonriente nos espera, mostrándonos el camino del paraíso.
El Grupo de Oración: peregriné a Lourdes, y le pedí a la Virgen un Grupo de Oración del Padre Pío. Cuando volví a casa, me llamó una amiga para que fuera a repartir estampas a la Catedral. Al finalizar la Misa, nos dieron un tocho de estampas y ¡eran del Padre Pio! Las hizo el párroco de Santa Isabel y decía; que se había formado un Grupo de Oración en Jaén en honor del Padre Pío y yo me uní a él.
A día de hoy, he iniciado un nuevo Grupo de Oración del Padre Pío en las Bernardas de Jaén y anímo a la creación de nuevos Grupos de Oración del Padre Pío en todo el mundo; como en Malawi (Sureste de África) con el Padre Rubén. Gracias a Dios, a  la intercesión de la Virgen Inmaculada de Lourdes y mi amado Padre Pío,

Deme Martinez Alcaina. (Jaén)


martes, 18 de noviembre de 2014

UN DÍA, UN CONSEJO.

Hay gozos tan sublimes y dolores tan profundos, que es imposible expresarlos con palabras. El silencio es el último recurso del alma, tanto cuando la felicidad es indecible como cuando los apuros son extremos.  (Padre Pío)

BENDICIÓN DE LA MESA

BENDICIÓN DE LA MESA

Declaración de Giovanna Rizzani,
en el proceso de Canonización del Padre Pío

Un día le pedí una oracioncilla para rezarla antes de la comida y de la cena. El Padre Pío me aconsejó el “Padrenuestro”, y después me dictó esta oración:

“Señor, tú que cuidas y alimentas a las aves del cielo,
cuídanos y aliméntanos también a nosotros,
que no sabemos ni sembrar ni segar ni almacenar en graneros.
Ven, bendice nuestros alimentos
y concédelos también a quien no los tiene”.


UN DÍA UN CONSEJO

¡La bendición de Dios os sirva de ayuda, apoyo y guía! Formad una familia cristiana, si queréis un poco de tranquilidad en esta vida. El Señor os dé hijos y después la gracia de orientarlos por el camino del cielo.  (Padre Pío)

QUÉDATE, SEÑOR, CONMIGO

QUÉDATE, SEÑOR, CONMIGO
(Plegaria del Padre Pío para después de la comunión)

Has venido a visitarme,
como Padre y como Amigo.
Jesús, no me dejes solo.
¡Quédate, Señor, conmigo!

Por el mundo envuelto en sombras
voy errante peregrino.
Dame tu luz y tu gracia.
¡Quédate, Señor, conmigo!

En este precioso instante
abrazado estoy contigo.
Que esta unión nunca me falte.
¡Quédate, Señor, conmigo!

Acompáñame en la vida.
Tu presencia necesito.
Sin Ti desfallezco y caigo.
¡Quédate, Señor, conmigo!

Declinando está la tarde.
Voy corriendo como un río
al hondo mar de la muerte.
¡Quédate, Señor, conmigo!

En la pena y en el gozo
sé mi aliento mientras vivo,
hasta que muera en tus brazos.
¡Quédate, Señor, conmigo!


viernes, 14 de noviembre de 2014

UN DÍA UN CONSEJO

No inquietéis vuestro corazón con vanas promesas de sosiego, de agrado y de méritos, sino presentad a vuestro divino Esposo vuestros corazones totalmente vacíos de todo otro afecto que no sea su casto amor. (Padre Pío)

NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN
.
(La presente “Novena” la recitaba diariamente el Padre Pío
por todos aquellos que solicitaban sus oraciones.
Se invita, pues, a los fieles, a recitarla también diariamente,
confiando en la intercesión de san Pío de Pietrelcina)

1- Oh Jesús mío, que dijiste: "En verdad os digo: pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá". He aquí que, confiado en tu Palabra divina, llamo, busco y te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío.

2- Oh Jesús mío, que dijiste: "En verdad os digo: todo lo que pidiereis a mi Padre en mi Nombre, él os lo concederá". He aquí que, confiado en tu Palabra divina, pido al eterno Padre en tu Nombre la gracia..
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío.

3- Oh Jesús mío, que dijiste: "En verdad os digo: los cielos y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán". He aquí que, confiado en la infalibilidad de tu Palabra divina, te pido la gracia...
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús en ti confío.

Oh Sagrado Corazón de Jesús, infinitamente compasivo con los desgraciados, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, nuestra tierna Madre.

San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón, ruega por nosotros.


lunes, 10 de noviembre de 2014

UN DÍA, UN CONSEJO

En el cielo todo será primavera en cuanto a la belleza, todo será otoño en el gozo, todo será verano en el amor. No habrá ningún invierno; pero aquí el invierno es necesario para ejercitarse en la abnegación y en las mil virtudes, pequeñas pero bellas, que se practican en tiempo de esterilidad.  (Padre Pío)

ORACIÓN AL SEÑOR POR INTERCESIÓN DE PADRE PÍO

ORACIÓN AL SEÑOR POR INTERCESIÓN DE SAN PÍO DE PIETRELCINA
(Aprobada por Vicenzo D’Addario, Obispo de Manfredonia-Vieste)

Oh Dios, que a san Pío de Pietrelcina, sacerdote capuchino, le has concedido el insigne privilegio de participar, de modo admirable, de la pasión de tu Hijo: concédeme, por su intercesión, la gracia de… (indicar la gracia que se desea), que ardientemente deseo; y otórgame, sobre todo, que yo me conforme a la muerte de Jesús para alcanzar después la gloria de la resurrección.

Gloria al Padre… (tres veces).

miércoles, 5 de noviembre de 2014

ORACIÓN EN LA MEMORIA LITÚRGICA DE PADRE PÍO

ORACIÓN EN LA MEMORIA LITÚRGICA DE SAN PÍO
(En la Misa y en Laudes y Vísperas)


Dios de salvación que, con gracia singular, concediste a san Pío de Pietrelcina participar en la cruz de tu Hijo, y por medio de su ministerio has renovado las maravillas de tu misericordia, concédenos, por su intercesión, que unidos constantemente a la pasión de Cristo, podamos llegar felizmente a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo...

UN DÍA UN CONSEJO


"En todas las cosas y siempre, más rectitud de intención, más exactitud, más puntualidad, más generosidad en el servicio del Señor, y entonces serás como el Señor quiere que seas." (Padre Pío)

domingo, 2 de noviembre de 2014

PADRE PÍO DE MI CORAZÓN



Padre Pío de mi corazón

Me llamo Ricardo Conforto, tengo 78 años, estoy casado con Marita Sesto, que es mi amor y mi apoyo. Tengo siete hijos de los que viven cinco, y 12 nietos.
En el 2004, hace ya 10 años, me detectaron unas deficiencias coronarias, que hacían peligrar mi vida. La explicación del cardiólogo fue la siguiente: “¿Sabes esas cosas que ocurren, y que dicen: “sabes quién se ha muerto? Fulano.” “¡No puede ser, he estado con él esta mañana tomando un café!” “Pues le ha dado un infarto fulminante y está muerto.”  “Este es tu caso; me dijo”. Esto acaeció tras un cateterismo y como colofón de un año angustioso e interminable de pruebas.
Yo llegué conduciendo mi coche, pero ya no me dejaron salir del Hospital de Valme de Sevilla. Mi esposa volvió a buscar las cosas necesarias a casa, y llevarse el coche. Esto acaecía a finales de septiembre.

Las monjas capuchinas del convento de San Fernando de Cádiz, cuando se enteraron que estaba hospitalizado, me mandaron una cariñosísima carta, por medio de mi hermano, y con ella una estampa reliquia de San Pio de Pietrelcina, para que la tuviera junto al corazón.
No obedecí, y se quedó en la mesa de noche. Una de las noches, sentí una necesidad apremiante de ponerla muy cerca del corazón y le pedí con todo mi ser que me ayudara.
Nunca he sido un fanático capillista, que casi entra en fetichismo de estampas e imagen de "Cristos y Vírgenes”, por lo que me sorprendí tomando esa decisión.
Al día siguiente; me despertó una enfermera para comprobar el nivel de azúcar en sangre y me indicó que ya tenía fecha de operación el 15 de octubre.

Tras una operación como la mía, lo normal es pasar dos o tres días en la UCI, y a planta, pero mi caso fue distinto. Tras la operación detectaron neumotórax, pues la máquina así lo decía y pasé 11 días de UCI, consciente entre otras diez o doce personas (la UCI era comunitaria). Esto se convirtió en un compartir sufrimientos y alegrías con los hermanos. Allí viví la pobreza, allí oré e hice apostolado. Fue una experiencia increíble. Un día, se dieron cuenta que era la máquina la que no funcionaba. Yo no padecía de neumotorax, pero fue la mano de Dios por medio del Padre Pío quien hizo posible aquella vivencia.

Terminada la estancia en el hospital y la rehabilitación cardíaca, regresé a San Fernando. La idea de hacer algo en honor del Padre Pio, no dejaba de darme vueltas en la cabeza. Quería darle las gracias por mi salud y mi vivencia de fe.
Comencé a saber más sobre él y me puse en contacto con Fray Elías Cabodevilla Garde, que me ayudó en todo momento. Y así; y con mucha ilusión, llevé a término la creación de un Grupo de Oración del Padre Pío y los domingos del Padre Pío.

Me rondaba también la idea de poder viajar a San Giovanni Rotondo con mi esposa, para orar junto al cuerpo del Padre Pío y visitar los lugares por donde durante 52 años él había vivido. El 4 de octubre del 2012 nuestro sueño se hizo realidad. Viajamos a San Giovanni Rotondo y en todo momento sentimos la mano del Padre Pío acompañándonos a cada paso. Fueron tres días intensísimos y maravillosos.
Doy Gracias al Señor, a la Virgen Santísima y al Padre Pío por todo.

Ricardo Conforto (San Fernando – Cádiz)