viernes, 30 de octubre de 2015

¡QUIÉN NOS LO HUBIERA DICHO! - PADRE PIO Y LA AMATXU DE BEGOÑA (3)




Hace ahora un año, como de costumbre mi mujer y yo orábamos al P. Pío cuando al amanecer recibimos la noticia de que mi suegro se había fracturado la cadera. Dijo mi mujer: “¡Mucho rezarle al P. Pío por mis padres y mira lo que le ha pasado a mi padre!”.
En el entorno familiar nos temimos lo peor pues tan sólo hacía un año que se le había roto la otra cadera y estaba renqueante -cojo, dolorido y sin apenas fuerza en esa pierna-. Pero para sorpresa de todos, pasado mes y medio, ya caminaba y sorprendentemente se encontraba incluso mejor que hacía un año con la primera fractura.

Desde aquí queremos dar las gracias a la Virgen María y al P. Pío, bien es cierto que su campo de acción no es muy amplio pero, ¡quien nos lo hubiera dicho!
Miguel Ángel Cuesta

EN UNA ENCRUCIJADA JUNTO AL PADRE PIO Y NUESTRA AMATXU DE BEGOÑA (2)



Se hallaba nuestra hija en una encrucijada, quería orientar su vida laboral. Tenía tres opciones posibles: Seguir en el laboratorio que estaba con una beca, iniciar unos nuevos estudios o presentarse a oposiciones para la administración.
En oración le pedimos al Señor orientación…y nos sorprendió por la claridad y lo inesperado de la respuesta. Pero lo que vimos debía confirmarse y siguió el día a día.
Al poco tiempo, sucedió que el P. Elías -gran propagandista de la obra del P. Pío y al que definiría como su mano derecha en un amplio territorio- vino a dar una conferencia y a dirigir el primer encuentro de oración del grupo Ntra. Sra. De Begoña, en Bilbao. Estando en nuestra casa coincidió con nuestra hija -“casualidad” pues ella estaba habitualmente en Vitoria y nunca estaba a esas horas en Bilbao-, y pudo intercambiar unas palabras con él y contarle la situación en la que se encontraba.
Ese día, si no recuerdo mal, a nuestra hija le denegaron la admisión para cursar nuevos estudios, en cambio le aprobaron la beca que había solicitado pero sólo por un año y sin posibilidad alguna de proseguir en el laboratorio de la universidad.
Ya estaba claro el camino, tenía que agotar la beca y opositar.
Para remarcar esto, en la conferencia que dio el P. Elías ese mismo día, le preguntaron por los últimos sucedidos del P. Pío. El contestó que solían ser cosas sencillas como la de una muchacha que tenía que elegir entre tres trabajos y que quería saber en cual podía desarrollar mejor su labor. Dice que se lo pidió para ya y al cabo de diez minutos recibía la llamada de una de las empresas pidiéndole que urgentemente se incorporara a esa empresa. Nada más oír esto mi mujer y yo nos miramos, fue una “casual” confirmación de que nuestra hija estaba en el camino correcto.
Llegó la oposición, múltiples pruebas, dificultades, etc. Las superó todas pero por poco no llegó a estar dentro del número de “elegidos”.
Decepcionada, el tiempo se le echaba encima, veintinueve años y sin un trabajo con futuro, y la beca acabándose. De repente y por sorpresa anuncian que va a haber otra oposición, inesperada en principio debido a las trabas del Gobierno central a causa de la crisis que se estaba viviendo.
He de decir que le habíamos pedido a la Virgen y al Padre Pío, pero también a S. Pancracio y para las causas difíciles a S. Judas Tadeo. Todos ellos fueron llegando de una u otra manera para que les invocáramos.
Como no consiguió en un principio alcanzar su objetivo cuando todo apuntaba a que así iba a ser, elevando una plegaria pregunte: “¿Por qué?”
Pasaban los días y no había respuesta, así se lo hice saber a mi mujer. Nada más hacer esto leía lo siguiente: “El Señor siempre cumple su palabra”.
No entendía como en sueños, por dos veces, me había dicho al parecer que iba a entrar, y no sucedió así. No entendía cómo había tenido otro sueño sobre el Papa que se había cumplido al poco tiempo. ¿Por qué un sueño si y el otro no?
Al no conseguir la plaza en la oposición se puso en firme a terminar el trabajo de investigación correspondiente a la beca otorgada.
Una vez terminado, justo a tiempo, dio comienzo a su preparación de cara a la nueva oposición.
Comenzaron los exámenes y pruebas superándolas de nuevo, consiguiendo en esta ocasión el objetivo
Luego, reflexionando creí entender el por qué de la primera vez. Me di cuenta de que la primera oposición fue una preparación de cara a la definitiva y que si la hubieran cogido en esta no hubiera podido concluir el trabajo de investigación, y en segundo lugar no estaría lo suficientemente madura como para desenvolverse bien en sus funciones venideras.
Por cierto, que al que en un principio podríamos llamar el último obstáculo de la oposición -la entrevista- se la pusieron el día 23 de septiembre, y ya sabéis el significado de ese día, “¿casualidad?”

Desde aquí quiero dar las gracias al que he dado en denominar “el equipo” así como a todos los que rezaron por ella.
Miguel Ángel Cuesta 

viernes, 17 de julio de 2015

Por deseo expreso del Papa Francisco; el cuerpo incorrupto del Padre Pío se expondrá una semana en el Vaticano durante Jubileo de la Misericordia


El cuerpo incorrupto de San Pío de Pietrelcina, el santo capuchino de los estigmas, será expuesto para ser venerado por los fieles en la Basílica de San Pedro del 8 al 14 de febrero de 2016, en el marco del Jubileo de la Misericordia y por deseo del Papa Francisco, informó el Convento Santuario de San Pío de Pietrelcina.

En una nota difundida en su sitio web, el Convento informó que el Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Mons. Rino Fisichella, envió una carta al Arzobispo de Manfredonia-Vieste-San Giovanni Rotondo (Italia), Mons. Michele Castoro, para transmitir el deseo del Pontífice.

“El Santo Padre expresó el vivo deseo de que los restos de San Pío de Pietrelcina sean expuestos en la Basílica de San Pedro el Miércoles de Ceniza del próximo Año Santo Extraordinario, día en el cual serán enviados en todo el mundo los misioneros de la misericordia, a quienes se les confiere el mandato especial de predicar y confesar para que sean signo vivo de cómo el Padre acoge a cuantos están en busca de su perdón”.

En ese sentido, la carta afirma que “la presencia de los restos de San Pío será un signo precioso para todos los misioneros y los sacerdotes, los cuales encontrarán fuerza y sostén para la propia misión en su ejemplo admirable de confesor incansable, acogedor y paciente, auténtico testimonio de la Misericordia del Padre”.


Asimismo, se informó que el sábado 13 de febrero el Santo Padre recibirá en audiencia privada a los hijos espirituales de San Pío de Pietrelcina, proveniente de todo el mundo.




miércoles, 11 de febrero de 2015

HISTORIA DE UN ENCUENTRO


Mosaico de la Iglesia de San Pío de Pietrelcina en San Giovanni Rotondo titulado: 
"La  paternidad del Padre Pío. Los grupos de oración".

Soy hija de padres católicos practicantes, educada en colegio de religiosas. Desde ni más tierna infancia el tiempo libre lo disfrute en el Movimiento Junior,   fueron años muy felices. Sin embargo; en mi interior sentía que algo faltaba. Me habían enseñado que Dios era mi amigo y que a los amigos y conocidos había que amarlos, pero sentía que faltaba algo que no me habían enseñado.
Me dijeron que Dios está en todas partes y que está en mis semejantes;  sin embargo, deseaba sentir su presencia, comunicarme de una manera más real con Él.
En aquel entonces, no se ponía mucho interés en afirmar que Cristo esta auténtica y realmente presente en la Eucaristía; a muchos de nosotros nos enseñaron que era más un símbolo.
Busque en otras partes,  conocí cristianos no católicos muy fieles a sus creencias,  pero deduje que ninguna religión es perfecta.  Las distintas iglesias están formadas por personas imperfectas. 
Así pasaron unos años de mi vida.
De vez en cuando, mantenía alguna charla sobre temas espirituales con un amigo de mi  juventud;  con el que compartía las mismas inquietudes. Nos prestábamos libros y comenzamos a conocer el mundo de Internet. Allí descubrimos la posibilidad de conectar con personas de inquietudes similares a las nuestras.
En una ocasión, rondaría el año 2006-2008, mi  amigo me prestó un libro de la vida de un santo: “El Padre Pío”. Yo no había oído hablar nunca de él.  Recuerdo que mientras leía, pensaba que era increíble, era tanto y tan grande todo lo que vivió y sufrió, que me hizo comprender con total veracidad los evangelios de Nuestro Señor Jesucristo, con todo su sentido, como nunca me lo explicaron, era real y no esas cosas que me dijeron; “que la mayoría eran alegorías, simbolismos”.
Pero,  ¿Quién creería hoy, en esta sociedad materialista, lo que le ocurrió a este santo Capuchino?
Sin embargo; era lo que yo había buscado siempre. Había encontrado la pieza que  faltaba en mi espiritualidad y me la había regalando con su vida el Padre Pío.
Poco a poco fue tomando mayor sentido el poder de la oración. La oración con fe y de corazón que mueve montañas y es algo que podemos ofrecer a nuestros hermanos. Era tan maravilloso el regalo que me estaba dando, en todos los aspectos : la alegría de alabar a Dios , el dar gracias por todo lo que nos ha dado, ver el cielo , las nubes , el sol, los arboles , el mar, los animales, ….¡todo es tan grande y tan maravilloso! ¿Cómo no ser feliz y dar gracias cada segundo de tu vida a Dios?

Padre Pío a su vez, me confirmó la confianza que toda la vida tuve en mi Ángel Custodio, del cual no podía hablar ni con los amigos que compartían la fe católica; según ellos, eran cosas de niños.
La Mística, tan poco valorada en mi tiempo, las virtudes, el valor del sacrificio por amor, el poder de la oración, la cercanía de Dios. La Santísima Virgen, y los Ángeles.  Constatar que los milagros son reales, y el poder y el amor de Dios es infinito. 
Que el amor y la entrega generosa de un humilde capuchino por sus semejantes, es capaz de romper las leyes de la naturaleza, surgen los milagros y convierte  a miles de personas  por el poder de la fe, la oración y  el sacramento del perdón.
Entonces fue cuando mi fe en la Trinidad Santísima tomo fuerza, gracias a la vida de un sencillo Padre Franciscano Capuchino. Su fuerza, su mensaje  y su gran fe; llenaron mi espíritu. El Padre Pio hizo que la fe en Dios, la esperanza en la vida después de la muerte corporal, el amor a las criaturas de Dios y el creer en el  poder de la oración de corazón, aumentaran en mi alma. 

Por otra parte, en referencia a la Iglesia como Institución, me hizo comprender lo importante de la obediencia y la humildad; virtudes bastante desprestigiadas hoy en día. Aprendí que Dios construye bien aunque nosotros que formamos la Iglesia, erremos. Aprendí a valorar el ministerio y el poder sacramental que Dios da a los sacerdotes. Cuanto más leía sobre el Padre Pío mas fe y amor sentía por todo lo sagrado y mas valoraba nuestra  parte  espiritual. Llegó un momento en que surgió en mi y con mucha fuerza;  la necesidad de formar un grupo de oración de los que el Padre Pio con tanta vitalidad había formado.

Busqué  en Internet, sin encontrar a donde dirigirme, ni cómo formar un grupo de oración. Pasaba el tiempo y me sentía frustrada. Comenté con varias amigas mi gran hallazgo  y les hablaba del Padre Pío.
Un día la más mayor de ellas, pero también la más valiente y decidida me dijo: “Vamos a San Giovanni  Rotondo”.
Era mi oportunidad de buscar la información que deseaba en el mismo lugar donde nacieron los grupos.
Indagué  la forma de llegar y no encontraba aeropuerto para ir en avión hasta allí. Poniéndome en contacto con una oficina de información, logré lo que necesitaba.
Busque vuelos de Valencia a Roma, busque hoteles, la dirección de la parada del autobús que lleva de Roma a San Giovanni Rotondo. Lo hablamos las amigas  y salimos cuatro hacia “El convento del Padre Pío”.
Era 12 de octubre del 2011 cuando salimos. Fue una verdadera peregrinación, con oraciones, reflexiones, algún que otro sacrificio, y también mucha alegría y buen humor. Íbamos las cuatro amigas por nuestra cuenta, solas (por decir algo), pero, todo nos salió perfecto, sabíamos que el Padre Pío nos estaba ayudando en todo para que llegáramos bien.
Todo salió a la perfección, visitamos el antiguo Convento y la Iglesita, la Iglesia Santa María de las Gracias y la nueva, enorme  y maravillosa Iglesia de San Pío de Pietrelcina, que se construyo después de su muerte.
No voy a dar detalles de todo lo que se siente, al recorrer los mismos lugares donde vivió durante 52 años mi amado Padre Pío;  visitar su habitación, el coro donde recibió los estigmas, el confesionario donde pasaba tantas horas…Visitamos la gruta Santuario del Arcángel San Miguel, situado a unos 20 km de San Giovanni Rotondo, como el Padre Pio siempre aconsejaba.
El último día de estancia, buscamos la casa de los grupos de oración del Padre Pio, donde nos dieron toda la información, estatutos de los grupos de oración, revistas etc.,

Una vez de vuelta, satisfecha de haber conseguido mi objetivo, me encontré sola, no tenía a nadie para formar el grupo de oración. Pensé que lo primero sería, buscar un director espiritual. Hable con las Hermanas Clarisas del convento de La Vall D’Uxo, ellas me dieron información de personas que podrían estar interesadas en formar parte del grupo.  Me aconsejaron  cómo tenía que dirigir la elección del padre espiritual, y me ofrecieron  la Iglesia del Convento para hacer las reuniones de oración.  Poco después, me dieron el teléfono del Padre Elías Cabodevilla  para que me asesorara.
Seguía sin encontrar miembros de apoyo para formar el grupo, mis amigas no querían comprometerse  y  no encontraba el padre espiritual adecuado.
Habían pasado ya varios meses y seguía estando sola. Mientras tanto yo estaba a punto de celebrar  mi Profesión en la Orden Franciscana Seglar. Al fin, mis amigas se animaron a ayudarme para formar el grupo; eran tres y después se unió una cuarta.
El padre Elías, nos  envío  material, estampas, revistas, libros y la película del Padre Pio en CD. También los temas que él daba para que nos sirvieran de guía. Se volcó para ayudarnos en todo lo que pudo y hasta se ofreció a darnos una charla cuando le invitáramos.
¡¡Siento tanto haberle dicho que cuando el grupo estuviera más asentado, que lo llamaríamos!!  Él ya no pudo venir, espero que nos acompañe cada vez que nos reunimos a orar, no pude conocerlo personalmente, solo por teléfono  y siempre me atendió, con cariño, sencillez, me  aconsejó y guió siempre prestándose a todo lo que pudiera necesitar.
El día de mi profesión, el Padre Pío quiso presentarme al director del grupo, fue un gran regalo.
El  mismo sacerdote que nos daba la formación franciscana, era el que celebraba la Misa el día de mi profesión; el padre Wenceslao.  
Al finalizar la Misa nos dijo que debíamos rezar mucho.  En ese momento,  le comenté que casi tenía todo para formar un grupo de oración del Padre Pío. El padre Wenceslao se quedó sorprendido y me dijo: “Hace tiempo que llevo buscando formar un grupo de oración del Padre Pío”. A lo que yo respondí: “Lo  que me faltaba era el director espiritual”. 
Así fue que completamos el  equipo, y empezamos con el material que teníamos del padre Elías y con el que confeccionamos nosotros mismos. La primera reunión de oración se hizo el primer lunes del mes de febrero del año 2012. Hoy  primer lunes de mes día 2 de febrero del año 2015, hemos celebrado el tercer aniversario del grupo de oración.
Doy gracias a Dios por el regalo de haber  conocido  a nuestro amado Padre Pío. Tengo plena confianza en que Dios y el Padre Pío nos sigan  acompañando,  iluminando y guiando, que nuestras oraciones sean bien acogidas por Dios, nuestras alabanzas suban al Cielo como el  incienso  y que podamos dar buenos frutos al mundo.

 M. Carmen G.P.