domingo, 26 de diciembre de 2010

¡HA NACIDO LA LUZ, HA NACIDO LA ESPERANZA!

¡Despierta, hombre! ¡Recuerda tu dignidad! Antes de todo,
definiendo de raiz quién eres, está el amor de Dios por ti.
Por ti Dios se ha hecho hombre. Y así ha llegado la luz. Es una luz especial, porque no resbala por la superficie, sino que llega a lo profundo de la existencia. Seguirá habiendo en tu mundo tinieblas, callejones de los que no hallas bien la salida, dudas sobre el camino que emprender; seguirá habiendo la oscuridad tuya de cada día. Pero esta luz alumbrará la hondura. Te permitirá ver siempre el origen de donde vienes. Te aclarará que todo lo que eres, lo que tienes y haces toma principio en el amor de Dios por ti. Y así, al remontarse a tu principio más profundo, la luz abrirá también tu futuro. Inundará de claridad los ojos de la esperanza.
Paz y bien hermanos.

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