viernes, 29 de octubre de 2010

NO SEAMOS FELICES SOLOS




Enseñanos, Señor, a no amarnos a nosotros mismos,
a no amar solamente a los nuestros,
a no amar solamente a los que amamos.

Enseñanos a pensar en los demás,
a amar, en primer lugar,
a los que nadie ama.

Haznos sufrir, Señor,
con el sufrimiento ajeno.
Y no permitas más, Señor,
que vivamos felices solos.

Haznos sentir la angustia
de la universal miseria.
Líbranos de nosotros mismos.
Así sea.

Paz y bien hermanos.

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