martes, 13 de septiembre de 2011

SAN JUAN CRISÓSTOMO

San Juan, llamado el Crisóstomo (boca de oro) por su incomparable elocuencia, nació en Antioquía hacia el año 354. Clérigo primero y después monje, hubo de abandonar su apacible y cara soledad para ordenarse diácono de la iglesia de Antioquía por orden del obispo Falviano. Nombrado obispo de Constantinopla en el 398 su continua defensa de la fe le valió la enemistad de la emperatriz Eudoxia la cual finalmente consiguió desterrarlo al Ponto. Allí murió consumido por las privaciones en el año 407 pronunciando las famosas palabras "Gloria a Dios en todo". Es doctor de la Iglesia.


Algunos escritos sobre la oración
"Cuando digo a alguno: Ruega a Dios, pídele, suplícale, me responde: ya pedí una vez, dos, tres, diez, veinte veces, y nada he recibido. No ceses, hermano, hasta que hayas recibido; la petición termina cuando se recibe lo pedido. Cesa cuando hayas alcanzado; mejor aún, tampoco entonces ceses. Persevera todavía. Mientras no recibas pide para conseguir, y cuando hayas conseguido da gracias". (Homilía, 10)."Quien te redimió y te creó no quiere que cesen tus oraciones, y desea que por la oración alcances lo que su bondad quiere concederte. Nunca niega sus beneficios a quien los pide, y anima a los que oran a que no se cansen de orar".



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