domingo, 18 de septiembre de 2011

SAN JOSÉ DE CUPERTINO



Nació en 1603, en el seno de una familia muy pobre. Al poco tiempo falleció su padre, y su madre lo trató con extrema dureza pues lo consideraba como una carga para él. 


Debido a su torpeza y despreocupación fue expulsado del convento de los capuchinos por lo que tuvo que regresar a la miseria y desprecio de su hogar; sin embargo ante los ruegos de su madre a su hermano, que era fraile franciscano, San José fue admitido como criado en el monasterio de Grottella. Entonces se produjo un cambio radical en la vida de Josè: desempeñó con notable destreza los deberes que se le encomendaban, y con su humildad, su dulzura su amor por la mortificaciòn y la penitencia se ganó el afecto y repeto de todos, logrando ser admitido entre los religiosos del coro. 

En 1628 fue ordenado sacerdote y pasaba horas entregado a los trabajos manuales domésticos y de rutina. Desde el momento de su ordenaciòn, la existencia de San José fue una serie ininterrumpida de éxtasis, curaciones milagrosa y sucesos sobrenaturales que despertaron la envidia y la admiración de muchas personas. 

Por razones que se desconocen, el santo fue sacado de su comunidad y fue puesto a cargo de los capuchinos en calidad de fraile solitario en las colinas de Pietrarosa, donde debía vivir en estricta reclusión; sin embargo no duró mucho tiempo su aislamiento, debido a que los peregrinos descubrieron su escondite y comenzaron a poblar el lugar. Fue trasladado a otro monasterio capuchino en Osimo, donde fue más estricta su reclusión. El 10 de agosto de 1663 se sintió enfermo, falleciendo cinco semanas después a la edad de sesenta años. Fue canonizado en 1767.


SAN JOSÉ DE CUPERTINO - LA PELÍCULA 

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