sábado, 13 de agosto de 2011

TE LLAMÉ A VIVIR


Hijo:
Quiero decirte claramente
que fui yo quien te llamó a la vida.
Yo te concebí primero
en mi inteligencia.
Vives en mi corazón
desde el principio.
No viniste por casualidad
ni eres fruto del azar.
Te llamé a ti a vivir .
A ti.
Exclusivamente a ti.
Te hice irrepetible.
Nadie tiene tu misma voz
ni tus mismos ojos,
ni tus mismos rasgos interiores.
Te di virtudes.
¿Las has descubierto?
Te di cualidades.
¿Las conoces?
Te hice hermoso
con mis propias manos.
Te comuniqué mi vida.
Deposité en ti
mi propio amor
con abundancia.
Te hice ver
el paisaje y el color.
Te di el oído
para que escucharas el canto
de los pájaros
y la voz de los hombres.
Te di la palabra
para decir «padre», «madre»,
«amigo», «hermano».
Te di mi amor
más profundo.
Tú eres
mi hijo amado.
Te conozco
cuando respiras
y te cuido
cuando duermes.
No lo dudes.
Mis ojos están puestos en tus ojos,
mi mano la tengo colocada sobre tu cabeza.
Eres mi hijo.
Te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario