Mañana es el Día de los Santos Inocentes, pero antes de entrar en la historia de Belén, es necesario mirar a los "inocentes" de nuestro tiempo. Benedicto XVI, con una lucidez profética, nos advirtió que en las sociedades actuales el martirio no siempre llegaría con la espada, sino a través del vituperio, la burla y la exclusión.
Hoy existen muchos cristianos que viven un martirio sibilino. Son aquellos que se encuentran en una "tierra de nadie", machacados por la indiferencia de los extremos. Por un lado, una crítica racionalista que disecciona la fe hasta dejarla sin vida; por otro, un rigorismo que juzga y expulsa. Son personas que aman a la Iglesia, pero que son apartadas "como si nada pasara", sin que nadie pregunte por su dolor o su ausencia.
El Padre Pío conoció bien este exilio. Fue investigado, silenciado y mirado con sospecha por los suyos durante años.
Queremos escucharte: Si tú también te has sentido así; si has experimentado la frialdad de la indiferencia o te han hecho sentir que no hay sitio para ti por no querer entrar en juegos de bandos, queremos que este sea tu hogar. No estás solo en este desierto. Te invito a que compartas tu historia en los comentarios. Vamos a crear un espacio donde nadie sea invisible y donde, como grupo de oración, podamos sostenernos unos a otros.
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"A veces nos callamos por miedo a molestar o porque pensamos que nuestro dolor no es importante, pero sentirse excluido en la propia casa duele profundamente. Yo misma he vivido momentos así y sé lo que es el peso de esa indiferencia. Por eso he querido abrir este espacio. Si hoy te sientes así, no te guardes ese nudo en el corazón, aquí te escuchamos y rezamos por ti. No estás solo/a. ❤️"
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