"Mi buena hija, ¿ quién no ve en el querido y pequeño Niño de Belén, a cuya venida nos estamos preparando, quién no ve, digo, que su amor por las almas no tiene parangón? Él viene a morir para salvar, y es tan humilde, tan dulce, tan amable". (Padre Pío)
No hay comentarios:
Publicar un comentario