martes, 24 de agosto de 2010

MARÍA LA SIERVA DE DIOS

                                      

"Soy una sierva del Señor; hágase en mí según su palabra" (Lucas 1,38).
La sierva no tiene derechos. Los derechos de la sierva están en las manos de su Señor. A la sierva no le corresponde tomar iniciativas sino tan sólo aceptar las decisiones del Señor. Soy una Pobre de Dios.
Soy la criatura más pobre de la tierra, por consiguiente soy la criatura más libre del mundo. No tengo voluntad propia, la voluntad de mi Señor es mi voluntad, soy la servidora de todos, ¿en qué puedo serviros? Soy la Señora del mundo porque soy la Servidora del mundo.
¿Quién fue María? Fue la mujer que dió un Sí a su Señor y luego fue fiel a esa decisión hasta las últimas consecuencias y hasta el fin de sus días. Fue la mujer que extendió un cheque en blanco, la que abrió un crédito infinito e incondicional a su Señor Dios y jamás se volvió atrás ni retiró la palabra. ¡Oh mujer fiel!

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