¡ALGUIEN A ROBADO LAS JOYAS A LA VIRGEN!

                                                        " MADONNA  DELLA LÍBERA"

                               IGLESIA SANTA MARÍA DE LOS ÁNGELES PIETRELCINA.

La caridad del Padre Pío, sus manos y corazón abierto a las necesidades de los hermanos ha sido una constante en su vida.

Sufría con los que sufrían, hacía suyos sus sufrimientos y problemas, tratando de aliviarlos en lo que le fuera posible.
¿Para qué querría la Virgen esas joyas? Para nada, pues sus hijos son lo primero. María es la madre que lo da todo, se da a sí misma y ante todo nos da a su Hijo.
La Virgen, " la Mamita" tiene un papel muy importante en la vida del Padre Pío. Desde muy pequeño experimentó un amor muy grande por la Santísima Virgen, su "mammusia" ("mamita"), madre tranquilizadora y en las horas más oscuras de la vida, su aliada en el combate. Desde niño, entraba en la iglesia de Pietrelcina a saludar y a rezar a la Virgen de la Líbera (Madonna della Líbera).
Le gustaba poner a María como modelo de virtudes, especialmente la de la humildad, fruto de la obediencia que consiste en entregarse incondicionalmente en las manos de Dios, con infinita confianza.
Además, consideraba a María como modelo también a la hora de afrontar el sufrimiento, pues ella fue la primera en compartir los padecimientos de Cristo. La Virgen dolorosa , reflejaba el aspecto más singular de su espiritualidad: la participación en el misterio de la Cruz.
Un día sus hijos espirituales le pidieron que les dejara su herencia espiritual. Él respondió: ¡Amad a la Virgen y hacedla amar. Recitad siempre el Rosario!
Paz y bien hermanos.