Padre Bueno,
dame la fe de la Virgen María
para que yo también pueda decir «sí»
a todo lo que me pides.
Ayúdame a confiar en ti
y a seguir tu camino.
Que no me borre de ser tu amigo
en los momentos difíciles,
cuando cuesta ser cristiano
porque hay que esforzarse en ser bueno.
Que siempre siga el ejemplo de María,
madre tuya y madre nuestra.
Padre Bueno,
quiero aprender a decir
que se haga tu voluntad.
Enséñame cada día
a parecerme un poco más a María, tu Madre;
siempre dispuesta a cuidar de su hijo Jesús
y a ser la madre buena
de los discípulos de su hijo.
Paz y bien hermanos.
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