Mi
experiencia con el Padre Pío se remonta a unos 30 años atrás, aunque pienso que
siempre estuvo en mi vida, o más bien;
yo en la suya. Me llamaba la atención la devoción y amor del Padre Pío al Niño
Jesús. Siempre lo veía con el Niño Jesús en sus brazos. Eso me atraída mucho, pues yo tengo costumbre de vestir a los Niños
Jesús como un bebé para ir a bautizar. En el 2010 le prometí al Padre Pío: “He
de ir a tu casa y regalarte un Niño Jesús vestido por mí. Ayúdame tú con lo del
viaje y concédeme poder besar el mitón que cubría tus benditas llagas”.
Rondaba ya el 2013 y una amiga que sabía de mi promesa, (ella vive en Cartagena) me dijo: “¿Pero cuándo vamos a ir a ver al Padre Pio? Desde que me hablaste de él estoy deseando de ir a verle”. Ese mismo día me dirigí a la agencia de un amigo en Jaén y le expliqué mi intención de viajar a San Giovanni Rotondo en grupo.
Rondaba ya el 2013 y una amiga que sabía de mi promesa, (ella vive en Cartagena) me dijo: “¿Pero cuándo vamos a ir a ver al Padre Pio? Desde que me hablaste de él estoy deseando de ir a verle”. Ese mismo día me dirigí a la agencia de un amigo en Jaén y le expliqué mi intención de viajar a San Giovanni Rotondo en grupo.
La primera sorpresa no se
hizo esperar: el precio resultó la mitad de lo normal. El Padre Fray Elías
Cabodevilla Garde, que Dios tenga en su
gloria, me ayudó en la organización del mismo y le comenté que no tenía ni idea
por dónde comenzar la visita de los lugares más importantes. Era la
primera vez que visitábamos San Giovanni
Rotondo.
La segunda sorpresa o
mejor; el regalo del Padre Pio: la respuesta del padre Elías: “Deme no hay
problema alguno tengo allí a una persona muy querida que va a ser vuestro guía
en el convento..."Un Obispo"”.
¡Mi sorpresa fue tremenda! ¿Un Obispo? “Sí, mi gran amigo Monseñor
Rodolfo Laise”, -así me dijo. Le escribió una carta y el 29 de septiembre del
2013 viajamos emocionados y contentos a San Giovanni Rotondo.
Si la organización del viaje fue un regalo del
Señor; el estar allí, en San Giovanni Rotondo, ante el cuerpo incorrupto del
Padre Pio, fue un sueño cumplido. Estaba
en casa. Allí, el amor de Dios y la ternura del Padre Pio caló hasta lo más
profundo de mi alma y sólo sabia dar las gracias. No creía merecer tantos
regalos del Cielo. Verme delante de él, con mi Niño Jesús entregándoselo.
Cumplí mi promesa. Y Padre Pío no faltó a su cita. Monseñor me
dijo: “¿Imagino que querréis besar el mitón que cubría sus estigmas?”. Yo llorando
sin poder contener la emoción y allá que
fuimos. Tener entre mis manos esa prenda preciosa, que guardaba celosa de miradas
esas
heridas de amor, fue hermosísimo.
No voy a entrar en detalles por delicadeza y
prudencia, pero las llaves del convento estaban abriendo puertas que jamás imaginé,
ni en mis mejores sueños. Así responde el Cielo cuando no hay límites en la confianza.
Un apunte muy tierno, una
pareja de novios que viajaba con nosotros, el muchacho; Alfonso, hijo de mi amiga; tenía un propósito: pedir en matrimonio a su
novia ante del Padre Pio. Poco después, nos encontramos ante el cuerpo
incorrupto del Padre Pio. Alfonso cogió
la mano de Estefanía (su novia) y le dijo delante de todos: “Estefanía, ¿quieres
casarte conmigo? El resto os lo podéis imaginar: abrazos, lágrimas, Estefanía
emocionadísima lloraba de alegría. Recibieron la bendición de Monseñor Rodolfo
Laise y estoy segura, la sonrisa pícara del Padre PÍo y su bondadosa palmadita
como señal de aprobación. Todo fue muy
hermoso.
Un regalazo: visitando la capilla donde el Padre Pío
oficiaba Misa a solas con el Señor, situada frente a su celda, nos envolvió el
dulce perfume de su presencia celestial. Así nos despidió, como solo los santos
responden; con la suave caricia en el alma del abrazo amoroso de un padre
capuchino, que sonriente nos espera, mostrándonos el camino del paraíso.
El Grupo de Oración: peregriné
a Lourdes, y le pedí a la Virgen un Grupo de Oración del Padre Pío. Cuando
volví a casa, me llamó una amiga para que fuera a repartir estampas a la Catedral.
Al finalizar la Misa, nos dieron un tocho de estampas y ¡eran del Padre Pio! Las
hizo el párroco de Santa Isabel y decía; que se había formado un Grupo de
Oración en Jaén en honor del Padre Pío y yo me uní a él.
A día de hoy, he iniciado un nuevo Grupo
de Oración del Padre Pío en las Bernardas de Jaén y anímo a la creación de
nuevos Grupos de Oración del Padre Pío en todo el mundo; como en Malawi (Sureste de África)
con el Padre Rubén. Gracias a Dios, a la intercesión de la Virgen Inmaculada de Lourdes y mi amado
Padre Pío,
Hola, estoy buscando un grupo de oración en Jaén del Padre Pio
ResponderEliminarLily el grupo comenzó su andadura el día de la Inmaculada en Jaén cada lunes nos reunimos en oración delante del Santísimo a las cinco.Bendiciones.
EliminarDeme y Mirelur, mis hermanas, unidos por Padre Pio, un beso a las dos
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