domingo, 1 de mayo de 2011

BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II

BEATO JUAN PABLO II


Hoy 1 de mayo del 2011, fiesta de La Divina MIsericordia es beatificado Juan Pablo II. Fiesta que el mismo Juan Pablo II instituyó el 30 de abril del año 2000, coincidiendo con la canonización de Santa Faustina, “Apóstol de la Divina Misericordia”, el Siervo de Dios Juan Pablo II instituyó oficialmente la Fiesta de la Divina Misericordia a celebrarse todos los años en esa misma fecha: Domingo siguiente a la Pascua de Resurrección.



El Papa Benedicto XVI proclamó hoy beato a Juan Pablo II en una ceremonia celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano a la que asistieron más de un millón de fieles de todo el mundo.
En la fachada principal de la basílica de San Pedro fue descubierto un retrato del nuevo beato.
Durante la celebración, el Papa ordenó que Juan Pablo II «de ahora en adelante sea llamado beato, y que se pueda celebrar su fiesta en los lugares y según las reglas establecidas por el derecho el 22 de octubre de cada año».
Tras la proclamación, sor Tobiana, la monja polaca que cuidó a Juan Pablo II hasta su muerte, y sor Marie Simon Pierre -cuya curación de manera inexplicable para la ciencia de la enfermedad de parkinson que padecía ha llevado a la beatificación del papa- llevaron hasta el altar mayor un artístico relicario fabricado para la ocasión con una pequeña ampolla con sangre de Wojtyla.
El relicario tiene forma de ramas de olivo y contiene un frasco con sangre de Juan Pablo II -una probeta de hospital- extraída pocos días antes de su muerte para estudiar la posibilidad de una transfusión «in extremis» que nunca llegó a realizarse. Se mantiene líquida debido al anticoagulante usado en el momento de la extracción.


El cardenal arzobispo emerito de de Valencia, Agustin Garcia-Gasco, ha fallecido a los 80 años por infarto de miocardio en Roma momentos antes de que comenzara la ceremonia de beatificación de Juan Pablo II, según han confirmado fuentes del hospital San Carlo de Nancy de Roma y amigos personales.
El cardenal se sintio mal poco antes de la ceremonia y fue trasladado al hospital, pero ha sido imposible salvarle.
Garcia-Gasco nacio en Corral de Almaguer (Toledo) el 12 de febrero de 1931. Fue creado cardenal por Benedicto XVI el 24 de noviembre del 2007. Era titular de la Iglesia de San Marcello en Roma.
A la ceremonia celebrada en la plaza de san Pedro del Vaticano acudieron más de un millón de fieles de todo el mundoEl buen tiempo y la fe de fieles provenientes de todo el mundo ha animado a más de un millón de peregrinos a acudir en masa a la ceremonia de beatificación de Juan Pablo II presidida por su sucesor, el papa Benedicto XVI, en la Plaza de San Pedro ante 87 delegaciones.
El número de peregrinos ha superado las previsiones de asistencia, 300.000 fieles que esperaba el Vaticano, y un millón, la policía italiana.


El Vaticano ha reconocido hoy que el poder de convocatoria de Juan Pablo II ha reunido a más de un millón de personas que se han repartido por falta de espacio entre la Plaza de San Pedro, Castel Sant'Angelo y el Circo Massimo, que ayer albergó una multitudinaria Vigilia.
Roma amanecía hoy desierta a no ser por los fieles que se dirigían presurosos hacia el corazón de la Iglesia católica y en un silencio sólo rasgado por el tañer de las campanas y el ulular de las sirenas de los coches oficiales con autoridades que acudían a sus puestos frente al altar donde se celebraría la misa.
Helicópteros de la policía sobrevolaban Roma y El Vaticano y la policía vigilaba el discurrir del río Tíber a su paso por el Estado Vaticano.
El puente Vittorio Emanuelle II que salva el Tíber y lleva a Via de Conciliazione aparecía abarrotado y desde su embocadura un grupo de polacos con túnicas rojas con la imagen de Cristo Rey repartían medallas y bellos folletos con iconos.
El ingreso a Via de Conciliazione semejaba más obra de titanes que de fieles piadosos, muchos de los cuales aguardaban con estoicismo desde anoche para seguir de cerca la beatificación del papa polaco.
"Estamos desde anoche, pero nos sacaron de la Plaza de San Pedro y sólo hemos podido entrar hacia la seis de la mañana. Pero ahora nos hemos salido porque a mi me faltaba el aire", dice a Efe Marina Rovira, de Barcelona (España).
Desde el fondo de Via Conciliazione la Cúpula de San Pedro se ve más azul que nunca, pero el dificultoso caminar de gentes apretadas, agobiadas, estrujadas convierte el avance hacia la Plaza de San Pedro en un verdadero calvario para los más bajos, para los ancianos y para algún franciscano calzado con sandalias.
"Son los polacos los que empujan", señala una italiana a un hombre corpulento que avanza decidido entre la multitud con una enorme pancarta gritando que llega tarde.
Los servicios de seguridad no dan abasto, se ven empujados por el torbellino, aunque advierten: "Por favor, si vamos todos al mismo sitio, no empujéis!".


Cientos de personas prefieren darse la vuelta y seguir la ceremonia por una de las pantallas colocadas en las calles adyacentes, más recoletas y despejadas.
Al inicio de la misa y ya en la entrada de la Plaza de San Pedro, muchos dormían rendidos al cansancio apoyados en el muro de un arcada, incluso algún que otro cura imberbe.


"Por favor, que estamos en misa", hubo de recordar un sacerdote.
Dos monjitas lidiaban con 29 niñas del Colegio Nuestra Señora Maria de Valdemoro (Madrid), derrengadas tras la Vigilia de anoche y sufrir las apretujones en la Plaza. "Nos estaban aplastando", dice una de ellas, mientras sor María Luisa abanicaba con un folleto a una chica casi desvanecida arrebujada en el suelo.
Poco a poco la solemne misa presidida por Benedicto XVI concelebrada por todos los cardenales, con una impecable liturgia acompañada por bellísimos coros, ha ido aplacando ánimos y elevando espíritus, sobre todo, en el momento en que el papa ha proclamado beato a Carol Wojtila.
"Santo Subito!" (Santo ya!) han proclamado las gentes.
Las lágrimas, los vítores y ovaciones han sustituido a los suspiros y lamentos.


"Es que es mi papa. Es el papa de toda una generación. Imagínate lo que son más de 26 años de pontificado", subrayó Rita un romana de 45 años.
Para un voluntario del Santuario della Divina Misericordia, "el nuevo beato ha regalado el buen tiempo a todos su hijos "porque Juan Pablo II está aquí entre todos nosotros. ¿No lo sientes?. Nunca nos ha dejado".


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